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sábado, 23 de abril de 2011

LORD SANDWICH

EL IVº CONDE DE SANDWICH

1718 - 1792



John Montagu, 4º Conde de Sandwich, Vizconde Hinchingbrooke y Barón Montagu of St. Neots (1718-1792), fue un ilustre miembro de la aristocracia británica que nació en Westminster en 1718, y falleció en Londres en 1792. Nieto y sucesor del 3er Conde de Sandwich -fallecido en 1729-, e hijo de Lord Hinchingbrooke, del que quedó tempranamente huérfano a los 4 años, fue educado en los más selectos colegios (Eton y Trinity College de Cambridge) y con los mejores profesores de su tiempo, como correspondía a una persona de su rango, Lord Sandwich realizó entre 1738 y 1739 su "Gira Europea", viajando por los distintos países que formaban el itinerario recomendable para un joven aristócrata de veinte años, para complementar su refinada educación que, como mandaba entonces la tradición entre los miembros de la élite europea, tenía que ser esencialmente cosmopolita. Por aquel entonces se seguía el "adagio" según el cual un hombre no era nadie si no se hacía conocer fuera de las fronteras de su país. El viaje, como no, consistía en visitar las principales cortes europeas más prestigiosas, cultivar amistades con miembros de la élite local, dar que hablar de uno mismo, presentarse en sociedad y ser admitido en los más brillantes salones donde solía reunirse la flor y nata de la alta sociedad. De rigor eran las visitas instructivas en los museos, acceder a las colecciones de arte privadas, a las fábricas de tapices y porcelanas y a los balnearios de moda, frecuentar el teatro y acudir a algún que otro baile de máscaras. Sin embargo, Lord Sandwich fue más allá de las tradicionales rutas turísticas (Francia, Italia) al incluír en su gira España, Gibraltar, Malta, Grecia, Turquía y Egipto.


Retrato de Lord Sandwich vestido a la Turca, según Liotard.

De hecho, y durante su "gira", y siguiendo la mejor tradición inglesa, recogió o se apoderó de millares de objetos de arte, entre ellos una lápida de mármol cuya enigmática inscripción no fue descifrada hasta 1743 por el profesor Taylor, que bautizó la pieza con el nombre de "Mármol de Sandwich".

Destinado a hacer carrera en la política y miembro por derecho de la Cámara de los Lores, ocupó sucesivamente importantes cargos: en 1744 fue nombrado segundo Lord del Almirantazgo Británico. Dos años después, el rey Jorge II le nombró embajador plenipotenciario (1746). En 1748, conseguía ser nombrado primer Lord del Almirantazgo. A esa importante cartera ministerial, que correspondería hoy día al ministerio de la Marina, regresaría a menudo, avalado por sus años de experiencia y gran eficacia. Pasó también a ser Lord de Justicia (ministro de Justicia), vicetesorero adjunto de Irlanda,...


Retratos de la cantante de ópera Martha Ray y de Lord Sandwich; ambos formaron pareja durante 17 años sin poder casarse legalmente, hasta que ella fue brutalmente asesinada en Covent Garden por un suspirante celoso, el Capitán James Hackman. Tuvieron 9 hijos.

Alternó su importante vida pública con una vida privada jalonada de pequeños escándalos y tragedias: su esposa, Lady Dorothy Fane, de la que se separó en 1755, fue declarada loca por un tribunal y encerrada (1767), y tomó por amante a la joven Martha Ray, una hermosa y exitosa cantante de 17 años con la que vivió en concubinato sin atreverse a divorciarse de la primera, le dio entre 5 y 9 hijos y fue brutalmente asesinada en la Opera House de Covent Garden (1779)... Eventos que hicieron correr ríos de tinta entre sus contemporáneos.



Su pasión por el juego no tenía medida. Solía enfrascarse en partidas interminables, olvidándose hasta de comer. Hacía caso omiso cuando su mayordomo le anunciaba que su almuerzo o su cena estaba servida, lo que desesperaba a su cocinero, harto ya de prepararle platos que se enfriaban y que al final debía tirar... En un arranque de hartura, su "chef" decidió buenamente ponerle un filete de buey entre dos mitades de un panecillo y servírselo a su mesa de juego. La genial idea le vino un día de 1762 y sorprendió tan gratamente al Conde de Sandwich que éste mandó que, cuando se encontrara jugando una partida, siempre se le sirviera el almuerzo o la cena de esta guisa. A raíz de aquella iniciativa, el cocinero confeccionó bocadillos variados que pronto se hicieron muy populares entre los miembros de la alta sociedad londinense. El novedoso estilo de comer cualquier cosa entre dos rebanadas de pan hizo furor y se puso de moda hasta en las encopetadas fiestas de la corte del rey Jorge III. Evidentemente, lo que hoy se conoce como bocadillo, fue bautizado como "sandwich" en honor al conde.

Décadas después, el "Sandwich" fue rápidamente adoptado entre las clases populares y sigue siendo el estilo de comida rápida preferido de niños y adultos que no quieren pasarse horas en la cocina.



En realidad, a Lord Sandwich se le deben tres cosas: la famosa lápida con sus inscripciones descifradas en 1743 por Taylor, el archipiélago de las Islas Sandwich en el Océano Pacífico (actuales Islas Hawaii), de las que tomó posesión en nombre del rey Jorge III el célebre capitán Cook en 1778 (su protegido), las Islas Sandwich del Sur y la Isla Montagu al Sur del Océano Atlántico en 1775, y la Isla Montague frente a Alaska cuando Lord Sandwich era entonces primer Lord del Almirantazgo, y finalmente, la feliz ocurrencia culinaria del "Chef" del conde, bautizado con su nombre.

Cabría aqui destacar que, en 1774, Lord Sandwich tuvo a su servicio a un nativo de la Polinesia llamado Omai que organizó la primera barbacoa celebrada en los jardines de su mansión de Hinchingbrooke House, al cocinar para la familia un cordero sobre piedras ardientes.


Hinchingbrooke House, mansión solariega de los Condes de Sandwich, en Huntingdon, Cambridgeshire, Inglaterra. Antiguo convento de monjas desde el s.XI, perteneció sucesivamente a las familias Cromwell (s.XVI) y Montagu (s.XVII-XX) hasta su venta en 1963, tras la muerte del 9º conde de Sandwich, convirtiéndose en una escuela privada. 

Al final de su vida, el 4º Conde de Sandwich bien pudo felicitarse de ver asociado su nombre a tres "descubrimientos" tan dispares y, aunque sus calaveradas de alcoba han caído en el olvido, millones de personas repiten diariamente su nombre cuando tienen hambre y pocas ganas de cocinar...



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