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viernes, 28 de diciembre de 2012

EL MARQUÉS DE MIREPOIX


EL MARQUÉS DE MIREPOIX
Del esplendor de Versailles a la miseria de Venecia
 
 
 
Louis François Marie Gaston de Lévis-Léran, Marqués de Léran y 8º Marqués de Mirepoix, nació en el Castillo de Léran, Languedoc, Francia, 1724, y falleció en Venecia, Italia el 23-02-1800. Hijo de Gaston-Jean-Baptiste de Lévis, Conde de Léran (1704-1747) y de Jeanne-Gillette Baillon de Blancpignon, era el nieto de Paul-Louis de Lévis, Marqués de Léran y Vizconde de Pradelles (1666- ? ), caballero de la Orden Militar de San Luis, y de Anne-Marguerite de Lévis-Mirepoix. Fue el representante y jefe de la rama de Lévis-Léran.
 
 
Escudo de armas de la Casa de Lévis-Léran.
 

Nuestro personaje pertenece a una de las primerísimas familias de muy rancio e ilustre abolengo de la Francia meridional, muy ligada al Languedoc. Hasta donde alcanza la memoria popular, ya existía un proverbio que hablaba de la familia Lévis como una de las responsables, con otras cuatro locales, de haber echado a sangre y fuego a visigodos y sarracenos de aquellas tierras, forzándoles a cruzar los Pirineos. Lejos de contentarse con sus viejas gestas militares en las Cruzadas, los Lévis gustaban recordar su "parentesco" con la Virgen María, madre de Jesús de Nazaret, indicando que ésta procedía de la tribu judía de los Lévi y que, por ese motivo, todos ellos eran "primos" de la madre de Cristo. Cierto o no ese lazo de sangre, todo parece apuntar que dicho linaje sacó su nombre de la localidad francesa de Lévis-Saint-Nom, señorío que fue cedido en el siglo XII a Philippe I de Lévis (c.1150-1204), probablemente (y como todo parece apuntar) benjamín de una muy numerosa y ya poderosa familia feudal como los Chevreuse y los Montfort (?). De hecho, esas tres casas compartían los tradicionales nombres de pila de Guy, Simon y Philippe.
 
 
Estátua yacente y orante de Guy I de Lévis, 1er Señor de Mirepoix.
 

Guy I de Lévis (c.1180-1233), será el 1er señor de Mirepoix, feudo concedido por su suegro Simon de Montfort, después de haber participado activamente en la Cruzada Albigense, y cuya posesión sería ratificada en 1229 por el Tratado de París. Los Lévis pasaron a ser llamados "mariscales de Mirepoix" y, en el siglo XV, a ostentar el título hereditario de "Mariscal de la Fe". La familia consiguió erigir su ciudad de Mirepoix (actualmente en el Departamento de l'Ariège, región del Mediodía-Pirineos) en sede del obispado del mismo nombre en 1317, de manos del papa Juan XXII. También ostentaron la senescalía de Carcassone a lo largo de dos siglos. En el siglo XVII, la tierra de Mirepoix era erigida en marquesado.

El viejo linaje dio extraordinarios frutos a la Corona Francesa, sobretodo en el ámbito militar y clerical a lo largo de su historia.

Louis François abrazó la carrera militar siguiendo la ya muy antigua tradición familiar, inaugurándola como Mosquetero de la Guardia del Rey en 1744; luego pasó a ser coronel del Regimiento Royal-Marine en 1745, brigadier en 1756... Participó activamente en las guerras de Sucesión Austríaca y de los Siete Años, siendo condecorado con la cruz de la Orden Militar de San Luis por Luis XV, y licenciándose con una impecable y brillante hoja de servicio.

Ya en aquella época, alternaba la vida de los cuarteles y campos de batalla con la de gran propietario agrario y de patrón industrial dueño de 3 fundiciones, sin olvidarse de las imprescindibles aunque cortas estancias en la Corte.
 
 
Retrato de Charles-François de Lévis, Marqués de Châteaumorand (1698-1751), suegro del Marqués de Mirepoix.
 
 
 
Retrato de Catherine Agnès de Lévis-Châteaumorand, 8ª Marquesa de Mirepoix y de Léran (1736-1783).
 

En 1751, casó con su prima Catherine-Agnès de Lévis-Châteaumorand (1736-1783), una de las cuatro hijas de Charles-François de Lévis, Marqués de Châteaumorand (1698-1751) y de Philiberte de Languet de Robelin de Rochefort. Las otras tres hermanas de la novia fueron:

-Anne-Charlotte de Lévis-Châteaumorand, c.c. Louis-Claude de Clermont, Marqués de Montoison (1722-1765).

-Marie-Éléonore-Eugénie de Lévis-Châteaumorand, c.c. Charles-François-Casimir, Conde de Saulx-Tavannes, Ier Duque de Tavannes (1739-1792).

-Marie-Odette de Lévis-Châteaumorand (1740-1766), c.c. Achille-Joseph de Robert, Marqués de Lignerac, IIº Duque de Caylus.

 

La pareja, bien avenida, tendrá ocho hijos a los dos años de casados:

-Charles-Philibert-Marie-Gaston de Lévis, Conde de Lévis-Mirepoix (1753-1794), c.c. Alexandrine-Marie-Julie-Félicitée de Montboissier de Beaufort-Canillac (ob.1807) => con descendencia.

-Marie-Vincentine de Lévis-Mirepoix, c.c. Jean-Jacques Joseph de Polastron de La Hillère, Marqués de Grepiac.

-Henriette-Charlotte de Lévis-Mirepoix, canóniga en Metz.

-Marie-Gabrielle de Lévis-Mirepoix, Abadesa de Montargis.

-Jeanne-Odette de Lévis-Mirepoix, canóniga en Neuville.

-Marie-Thérèse de Lévis-Mirepoix, c.c. Louis Sylvestre de Crugy Marcillac.

-Louise-Élisabeth de Lévis-Mirepoix, religiosa en Montargis.

-Guy-Casimir de Lévis-Mirepoix, Vizconde de Lévis-Mirepoix, subteniente de caballería.
 
 
Retrato de Gaston-Pierre-Louis de Lévis-Lomagne (1699-1757), 7º Marqués de Mirepoix, 1er Duque de Mirepoix, Mariscal de Francia.
 

En 1757, al fallecer su pariente el Mariscal-Duque de Mirepoix, heredó, no solo del marquesado de Mirepoix, sino también de todas las tierras de las dos ramas mayores de la familia, que se extinguieron por línea de varón en 1699 y 1757. Invierte mucho, entonces, en su castillo de Lagarde a partir de 1759: restauración y reacondicionamiento de una antigua fortaleza medieval reconvertida cien años atrás en una joya arquitectónica del clasicismo francés por capricho de una antepasada suya, la Marquesa Viuda de Mirepoix, Louise de Roquelaure (ob.1674). Los trabajos serán tan logrados, que la mansión merecerá el justo apelativo de "Pequeño Versailles del Languedoc". Tan absorbido por ese pasatiempo, le llevó a que sus apariciones en la corte de Luis XVI se hicieran cada vez más raras por no decir escasas:

-"¡Sois raro de ver, Monsieur de Mirepoix!" le soltó un día la reina Maria-Antonieta al verle aparecer en Versailles.

-"¡Madame, ya se ve que Vuestra Majestad no conoce Lagarde!" espetó el marqués.
 
 
Reconstitución del Castillo de Lagarde, principal residencia de los Marqueses de Mirepoix. / Abajo, grabado del s.XVIII, representando el Castillo de Lagarde.
 
 
 
Abajo, fotografía del castillo en ruinas en la actualidad.
 
 
 

De hecho, a finales del reinado de Luis XV, el marqués prefiere invertir su tiempo en gestionar su patrimonio y su negocio de la fundición -que le da más beneficio que la explotación agraria de sus tierras-, que perder su tiempo en pavonearse por los salones de Versailles o París. Después de la firma de la paz en Europa y a partir de 1774, el Marqués de Mirepoix deja de lado las armas para dedicarse a gestionar su fortuna y vigilar sobre el terreno la buena marcha de sus negocios.

 
5 de mayo de 1789: apertura de los Estados Generales en Versailles.
 

Cuando en 1789 se cierne sobre Francia la grave crisis económica que trae consigo la tormenta revolucionaria, el marqués asiste a la apertura de los Estados Generales del Languedoc, el 17 de marzo. De aquellas sesiones políticas saldría elegido diputado de la nobleza junto con su hijo, para representar a su provincia en los Estados Generales convocados por Luis XVI en Versailles. Sin embargo, rehusa participar activamente en éstos y delega en su hijo Charles-Philibert, quien se encarga de acudir a la ceremonia de apertura el 5 de mayo. Con ese gesto, el Marqués de Mirepoix pone de relieve su incomprensión de la situación.
 
 

Después del 14 de julio, la revolución es un hecho y los desórdenes se multiplican tanto en París como en provincias. Muchos aristócratas optan por emigrar a tierras más apacibles y seguras, siguiendo el ejemplo del Conde de Artois, hermano menor del Rey. Durante aquel agitado verano, el marqués se ve en la obligación de hacer constatar a las autoridades populares que, contrariamente a lo que afirman los rumores, no hace acopio de miles de armas y de municiones en pólvora y en balas de plomo en su castillo de Lagarde. Para poner punto final a esa acusación popular, requerirá de los municipios de Pamiers, Saverdun y Foix una visita con inspección incluída. Los inspectores darán fe, mediante acta oficial, "de que no se encontró en su residencia más que las armas habituales de un gran propietario que vive en el campo, y que puede y debe de tener junto con sus municiones para la caza."

El municipio de Saverdun le librará, en consecuencia, un certificado de "civismo".

Pese a todo, el marqués ya no se siente a gusto en sus tierras: su autoridad es puesta en entredicho, desafiada por el pueblo aplastado por los impuestos y por esa naciente burguesía que aspira al poder político.

Oliendo lo que se le viene encima, el marqués de Mirepoix opta por trasladar sus archivos históricos a Toulouse y manda arreglar a su notario la sucesión a favor de su hijo, cediéndole todos sus bienes. Con todos sus asuntos arreglados y dejando al Sr. Dufresne, su notario e intendente, al frente de la gestión de sus tierras y con precisas ordenes de liquidar sus negocios, de vender sus caballos y despedir a parte del personal doméstico sobrante, prepara su huída al extranjero. Su hijo, que se encuentra en ese momento en París, intentará defender el patrimonio familiar en medio de la imparable marea revolucionaria.

 
Grabado ilustrando "La Grande Peur / El Gran Miedo", que estalla después del 14 de julio de 1789: envalentonado, el pueblo asalta, saquea y quema castillos, conventos, monasterios e iglesias; asustados ante los desmanes populares y los linchamientos, aristócratas y clérigos huyen y emigran, llevándose consigo sus capitales al extranjero.
 

En octubre de 1789, el Marqués de Mirepoix hace sus baúles y abandona discretamente su querido Castillo de Lagarde llevándose con él todo el dinero que ha podido reunir: 500.000 Francos. No sin dificultades, consiguirá llegar a Roma el 29 de octubre, donde será cálidamente acogido por su amigo el embajador de Francia en la Corte Vaticana, el Cardenal de Bernis. Atrás, ha dejado a sus hijos e hijas; su mujer había fallecido en 1783, ahorrándole la muerte el disgusto de ver cómo se hundía, de la noche a la mañana, todo su mundo.
 
 
Retrato del Cardenal-Conde François-Joachim de Pierre de Bernis (1715-1794), Embajador de Francia en la Corte Vaticana.
 

En 1790, el diplomático y cardenal de Bernis intentará, desde su embajada romana, evitar tener que prestar el juramento a la Constitución Civil del Clero. Un año después, en 1791, recibe la orden desde París de prestar dicho juramento pero se niega a hacerlo y, en consecuencia, recibe una carta oficial anunciándole que debe regresar de inmediato a París. Una segunda negativa por parte del cardenal, que opta por permanecer en Roma, provoca su relevo del cargo, le quitan su obispado de Albi, su renta y embargan todos sus bienes. Fallecería completamente arruinado en Roma, en 1794.

El hijo del Marqués de Mirepoix, Charles-Philibert, que ha optado por permanecer en Francia, intenta en vano salvar el patrimonio familiar. Arrestado en su castillo de Lagarde, es transferido a París, llevado ante un tribunal y guillotinado el 28 de mayo de 1794. El castillo de Lagarde, mientras tanto, será saqueado e incendiado por el populacho.

El intendente y notario del marqués, Dufresne, será a su vez apresado junto con otras 11 personas de la ciudad de Mirepoix y llevadas en carreta hasta París para ser allí guillotinadas. Por fortuna, el convoy de los condenados llegará justo después de la caída del gobierno de terror de Robespierre y Saint-Just, lo que les salvará a todos la vida.

Tras la muerte del Cardenal de Bernis, su principal sostén en Roma, el Marqués de Mirepoix y de Léran tendrá que abandonar las orillas del Tíber para instalarse en Venecia. Es allí donde le sorprende la muerte, el 23 de febrero de 1800, arruinado y viviendo en el umbral de la indigencia. Sus restos serán sepultados en la Iglesia de San Vitale, donde una placa de mármol y un retrato perpetúan su recuerdo.

Cita de la Semana



"A nadie le faltan fuerzas; lo que a muchísimos les falta es voluntad."

Frase de: Victor Hugo, novelista (1802-1885).

jueves, 27 de diciembre de 2012

PARÍS 1790: Un duelo que degenera en saqueo

"UN DUELO DEMASIADO CARO"
 
 

Armand Charles Augustin de La Croix, 1er Duque de Castries (1756-1842), pertenece a una vieja familia de la nobleza del Languedoc. Su padre, Charles Eugène Gabriel de La Croix, 4º Marqués de Castries (1727-1801), es Mariscal de Francia y ex ministro de la Marina Real; su madre, Gabrielle Isabeau Thérèse de Rosset de Rocozel de Fleury, es la sobrina del Cardenal de Fleury, que en su día fue primer ministro de Luis XV, y hermana del 1er Duque de Fleury.

Al principio, el Duque de Castries es un defensor de las ideas revolucionarias que ha sido elegido diputado por la nobleza de París en los Estados Generales de 1789, y uno de los que sostienen con entusiasmo la abolición de los privilegios. Pero, en el fondo, conserva un alma monárquica ya que teme que la nobleza no consiga sobrevivir sin la monarquía. Su postura como ardiente defensor del rey y de sus prerrogativas le llevará a ser el mayor adversario del Marqués de La Fayette.

 
Retrato de Charles Malo François de Lameth (1757-1832).


Un día, durante una de las sesiones de la Asamblea y desde la tribuna, el diputado por Artois, Charles Malo de Lameth le insulta abiertamente. Lejos de querer eludir el código del honor, Castries le reta a batirse con él en un duelo a espada. El 12 de noviembre de 1790, el Duque de Castries y Charles Malo de Lameth cruzan sus aceros; el primero toma su revancha atravesando el brazo del segundo, pero la aparatosa herida no reviste gravedad. Castries se da por satisfecho y Lameth por disculpado. Asunto concluído.

 
13 de Noviembre de 1790: un grupo de amotinados asalta y saquea el Hôtel de Castries para vengar al duelista vencido Charles Malo de Lameth.


Sin embargo, y el mismo día, la prensa jacobina utiliza interesadamente el duelo para acusar al duque de "asesino" y consigue soliviantar a un grupo de alborotadores descontrolados que, guiados por su odio hacia los partidarios del rey, toman por asalto el 13 de noviembre la residencia del vencedor y la saquean literalmente sin que la policía intervenga para frenar semejante vandalismo.

Tomándolo como una advertencia popular y temiendo por su persona y su familia, al Duque de Castries no le queda más remedio que abandonar inmediatamente París y encontrar refugio en casa del amigo de su padre, el banquero Jacques Necker, en Coppet (Suiza), donde se reencuentra con su esposa e hijos.

Para colmo, su huída fuera del país provoca que le incluyan, a él y a su familia, en la lista negra de los emigrados. En consecuencia, todos su bienes son embargados, nacionalizados y vendidos en subasta pública.

El duque no volvería a pisar Francia hasta pasados 24 años de exilio, en 1814, y nunca conseguiría recuperar la totalidad de las propiedades que le fueron confiscadas en 1790.



 

martes, 25 de diciembre de 2012

Anécdotas Históricas -205-



A finales de los 70 y principios de los 80, se ofreció una recepción en el Palacio Moja -antaño Palacio de Comillas-, situado en las Ramblas de Barcelona, en honor al rey Juan-Carlos I de España. En el curso de aquella, el conocido y entonces monárquico heraldista y genealogista catalán Armand de Fluvià entabló conversación con el flamante monarca con la intención de darle un buen consejo:

-"Si quiere usted popularizar la monarquía en Cataluña, no estaría de más que Su Majestad hablara en catalán."

Con tono despreciativo y poco inteligente, el rey le soltó:

-"¡Si, claro!¡Y en gallego y vasco!"

Anécdota de: Armand de Fluvià i Escorsa, genealogista y heraldista (n.1931).

lunes, 24 de diciembre de 2012

PARÍS 1795: EL BAILE DE LAS VÍCTIMAS

LAS EXCENTRICIDADES DE UNA NUEVA GENERACIÓN DE ARISTÓCRATAS



El "Baile de las Víctimas" eran bailes concertados por asociaciones de personas de ilustre procedencia tras el período del Terror. Para ser admitido en esas asociaciones o en esos bailes, era imprescindible tener entre su familia, como mínimo, a un miembro guillotinado durante la Revolución Francesa.

Esos bailes, francamente macabros, comenzaron después de la ejecución de Maximilien de Robespierre, que aconteció el 28 de julio de 1794 (según el calendario revolucionario, el 10 thermidor Año II), siendo la primera señal de euforia y liberación de los franceses después de la muerte del dictador sanguinario, que puso un punto final a la opresión, a las persecuciones y ejecuciones arbitrarias.

El primer baile tuvo lugar en enero de 1795, en el Palacio de Richelieu, organizado por jóvenes cuyos padres o próximos parientes habían sido guillotinados, pero a quienes la Revolución había recientemente restituido los bienes anteriormente confiscados. Con ese cambio de actitud tan brutal por parte de la Iª República, en la que sus nuevos dirigentes querían subsanar los excesos del Terror y remediar las injusticias cometidas, esos asociados u organizadores del baile, a su vez aristocrático y decadente, pretendían reencontrarse entre ellos y recomponer su sociedad.

La descripción de esos bailes varían, pero tienen en común el de servir de catarsis a la expresión emocional de la ejecución de parientes, así como de las convulsiones sociales ligadas a la revolución. Tiempo después, mucha gente encontró que esos bailes eran algo inadmisible, infame, de muy mal gusto y motivo de escándalo e indignación.

 
Retrato de Madame Arnault de Gorse, peinada a la Tito; obra de Louis Léopold Boilly, 1796.


Los participantes llevaban vestidos de duelo o trajes con brazaletes negros. A la inversa, algunas mujeres aparecían enfundadas en vestidos greco-romanos de finísimas y translúcidas telas, iban descalzas o con sandalias planas que se ataban con cintas. Algunas llevaban los cabellos cortados muy cortos, peinados a la erizo o recogidos a la Tito o a la Caracalla con ayuda de una peineta, a imagen y semejanza de los condenados antes de su ejecución. Incluso, muchas se complacían en poner la guinda al pastel anudándose un hilo, una fina gargantilla o una cinta de seda rojo sangre alrededor del cuello, justo donde se supone que cortaba la cuchilla de la guillotina separando la cabeza del tronco.

Para colmo de ese sentido del humor negro francés, por no llamarle siniestro y lamentable cachondeo, las damas y los caballeros se saludaban entre ellos sacudiendo la cabeza con un golpe seco, queriendo imitar así el momento de la decapitación.



No extraña que, a la larga, esas "siniestras mascaradas", indignasen a los aristócratas de más edad, a los que habían padecido la cárcel y la angustia diaria ante el tan temido momento de oír si gritaban o no su nombre en la lista de la próxima hornada.

Hay un ejemplo anecdótico muy ilustrativo de la frivolidad de esa generación de aristócratas post-revolución. Un testigo de aquellos años, apodado Polichinela, acudió a uno de esos bailes que se celebraban en distintas residencias señoriales parisinas. Se topó con un joven y hermoso aristócrata vestido para la ocasión que, con expresión llorosa, se lamentó:

-"Ah! Polichinela,... han matado a mi padre!"

-"¿Han matado a su padre?", contestó sacando un pañuelo de su bolsillo para ofrecérselo al desconsolado.

Y, de repente, el caballero cambió radicalmente de expresión, pasando de la pena a la alegría; se puso a bailar y a cantar:

-"Ziga raga don don, un paso de rigodón!"

Anécdotas Históricas -204-



Esta anécdota fue transmitida por Madame de Rouzé a sus descendientes, cuando en plena Revolución Francesa y reinando el régimen de terror impuesto por Robespierre, se encontraba apresada en la cárcel del Bouffay, en Nantes, en el verano de 1794, y de la cual consiguió salir viva.

Madame de Rouzé, aristócrata francesa perteneciente a una familia de chuanes, espera la muerte encarcelada en la terrible cárcel del insalubre y tétrico castillo du Bouffay, en la ciudad de Nantes. Una tarde de finales de julio de 1794, mientras está mirando desde la ventana de su celda, que da a la calle, ve a una mujer librarse a una curiosa pantomima. Levanta varias veces hasta las rodillas los bajos de su vestido, pretendiendo atraer la atención en éste. Luego, se agacha otras tantas veces. Seguidamente, agarra una piedra mostrándola con insistencia a los prisioneros que empiezan a agolparse contra los barrotes de sus ventanas, atraídos por el extraño juego de la mujer. Finalmente, pasa su mano por la nuca en un gesto inequívoco y familiar para la gente allí apresada, que no deja ninguna duda sobre su significado. De repente, Madame de Rouzé cae en la cuenta y descifra la adivinanza mimetizada: falda (robe), agacha (baisse), piedra (pierre), guillotinado (guillotiné) !

No puede reprimir la emoción y se exclama en voz alta:

-"¡Robespierre ha sido guillotinado!"

En un instante, la noticia recorre toda la cárcel cual reguero de pólvora; estallan gritos de incontenible alegría, se multiplican los abrazos, lloros, risas llenas de emoción inundan las celdas, empujándoles a bailar y a cantar, celebrando la muerte del sangriento asesino.

Anécdota de: Madame de Rouzé, prisionera de la Cárcel del Bouffay, Nantes (Francia), 1794.

FELICES FIESTAS 2012

FELICES FIESTAS A TODOS
BON NADAL A TOTHOM
FELIZ GUZTIEI GABONETAKO
MERRY CHRISTMAS TO ALL



JOYEUX NOËL À TOUS
FELIZ NATAL PARA TODOS
BUON NATALE A TUTTI
FROHE WEIHNACHTEN AN ALLE
 

domingo, 23 de diciembre de 2012

CURIOSIDADES -91-

"Iglesia vs Monarquía"



En la Edad Media, la Iglesia perseguía ferozmente las artes adivinatorias y a sus practicantes, acusándoles de satanismo. Pese a las persecuciones y prohibiciones que pesaban sobre videntes y astrólogos, eso no impidió que varios monarcas franceses, e incluso papas, recurrieran a ellos para consultar los astros con el fin de tomar las mejores decisiones en momentos cruciales de sus reinados. Podríamos citar, entre la pléyade de reyes galos, a: Roberto "el Piadoso", Luis VII, Luis IX "el Santo", Carlos V o Luis XI, que tenían a sus astrólogos oficiales y que gozaban de la más alta protección frente a las constantes amenazas de la Inquisición.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Cita de la Semana




"Lo único que impide a Dios mandar un segundo diluvio, es que el primero fue inútil."

Frase de: Nicolas-Sébastien Roch Chamfort, escritor y moralista (1741-1794).

martes, 18 de diciembre de 2012

CURIOSIDADES -90-

"DUELO JUDICIAL"



El último duelo judicial que se permitió en Francia, aconteció el 22 de diciembre de 1386, en presencia del rey Carlos VI "el Loco" y de toda su corte, amén de las autoridades civiles y clericales, asi como de los parisinos. El caballero Jean de Carrouges se enfrentaba al caballero Jacques Le Gris, acusado éste por la mujer del primero de haberla "traicioneramente forzado". Cierta o no la acusación de la dama, el singular combate fue a muerte y el vencedor resultó ser Jean de Carrouges.

Anécdotas Históricas -203-





Durante los últimos dias del régimen de Terror, en 1794, instaurado durante la Revolución Francesa, la valiente Duquesa Viuda de Maillé, nacida Madeleine Angélique Charlotte de Bréhant (1750-1819), ex dama de palacio de la reina Maria-Antonieta, fue encarcelada en la prisión de la parisina calle de Sèvres. Juzgada de manera expeditiva, sin poder defenderse de las acusaciones vertidas contra ella, fue obviamente condenada a perecer en la guillotina. Escuchando el acta de acusación, sin que le temblaran las piernas, la duquesa advirtió al momento, a sus jueces, que habían cometido un grave error al confundirse de apellido y que ella no se llamaba así. En consecuencia, el tribunal suspendió su ejecución el tiempo suficiente para corregir ese error garrafal y tramitar la nueva orden con sus apellidos correctos.

El retraso jugó a su favor ya que, al día siguiente, caían Robespierre y los suyos, y probaron de su propia medicina: la guillotina. La noticia de semejante acontecimiento fue ampliamente aplaudida con incontenible alegría en todas las cárceles parisinas y, el mismo día, la Duquesa de Maillé y muchos otros condenados a muerte fueron liberados.

Anécdota de: Madeleine Angélique Charlotte de Bréhant, Iª Duquesa de Maillé (1750-1819).   

viernes, 14 de diciembre de 2012

LONDRES 1712: Duelo a muerte en Hyde Park

DUELO MORTAL CON ASESINATO
 
 

El 15 de noviembre de 1712, tuvo lugar en Hyde Park, Londres, un duelo que no pudo acabar de la peor manera, y que supuso la prohibición, por parte del Parlamento, del uso de espadas y de "segundos" en los enfrentamientos entre caballeros.

 
Retrato de James Hamilton, IVº Duque de Hamilton, Ier Duque de Brandon, Primer Par de Escocia (1658-1712), Caballero de la Muy Noble Orden de La Jarretera y de la Noble Orden del Cardo; obra de Henri Gascard.


A raíz de un enrevesado y conflictivo asunto de herencia de tierras escocesas, que se produjo a la muerte sin herederos del 3er Conde de Macclesfield, Lord Mohun y el Duque de Hamilton se enzarzaron en un litigio en el que, ambos, esgrimiendo parentescos y relaciones con el finado, se presentaban como los herederos más cercanos, llamados a posesionarse de sus vastas fincas. El duque escocés, por estar casado con la nieta del 1er Conde de Macclesfield, puso de manifiesto que su mujer era la heredera más próxima. Por su lado, Lord Mohun esgrimió que el 2º Conde de Macclesfield, que había sido su compañero de armas, le había supuestamente instituído heredero suyo. Y el asunto acabó a manos de sus respectivos abogados y ante los tribunales...; de hecho, el Duque de Hamilton parecía estar ganando la partida.

 
Retrato de Charles Mohun, IVº Barón Mohun (1675-1712), político Whig, miembro del Kit-Kat Club, era un libertino, un jugador y un duelista empedernido; según Sir Godfrey Kneller.


Charles Mohun, 4º Barón Mohun (1675-1712), célebre espadachín que llevaba ya en su cuenta numerosas muertes, provocó entonces en duelo al viejo James Hamilton, 4º Duque de Hamilton y 1er Duque de Brandon (1658-1712), caballero de la Orden de la Jarretera y del Cardo, influyente cortesano y gran señor escocés que, la víspera, había sido nombrado embajador de Gran-Bretaña en París. Se dieron cita en Hyde Park, la mañana del 15 de noviembre de 1712, para cruzar sus espadas con sus respectivos "segundos": Lord Mohun se presentó acompañado por George MacCartney, y el Duque de Hamilton por el Coronel John Hamilton. Pese a ser más joven y diestro en el manejo de la espada, y tras infligir numerosas heridas a su oponente, Lord Mohun cayó mortalmente herido por la espada del duque. Furioso de ver a Mohun languideciendo en el suelo, George MacCartney se abalanzó sobre Hamilton y le asestó una mortal estocada a modo de venganza. Consciente de que acababa de cometer un asesinato, MacCartney huyó al continente. El "segundo" del Duque de Hamilton hizo lo propio.



El duelo Mohun-Hamilton sacudió a la opinión pública inglesa, a la corte y a la clase política, no solo por lo sangriento sino también por haber acabado en un salvaje asesinato del vencedor. La Justicia puso precio a la cabeza de MacCartney y, a falta de ser apresado, fue juzgado in absentia. Tiempo después, tanto el coronel John Hamilton como el asesino del Duque de Hamilton, MacCartney, fueron perdonados.

Las consecuencias de tan escandaloso asunto, se tradujeron en un decreto que prohibía tajantemente los duelos con "segundos" y el uso de espadas en ellos, dejando como única opción el uso de pistolas reglamentarias.

Años más tarde, George MacCartney fue retado a batirse en duelo por Charles Hamilton (1691-1754), hijo bastardo del duque habido con Lady Barbara FitzRoy (hija natural del rey Carlos II de Inglaterra, convertida en monja benedictina). MacCartney rechazó batirse con él. 

Cita de la Semana



"Nadie se imagina cuánto ingenio se requiere para no parecer nunca ridículo."

Frase de: Nicolas-Sébastien Roch Chamfort, escritor y moralista (1741-1794).

LA RELACIÓN DE VICTORIA I CON IRLANDA



VICTORIA I
vs
IRLANDA
 
 

No fue precisamente por la exclusiva culpa de la reina Victoria I de Gran-Bretaña, que las relaciones de los Británicos con los Irlandeses fueron a peor durante su reinado. Como en cualquier conflicto, hay que repartir las culpas sin por ello restar la parte proporcional de responsabilidad a cada uno de los actores.

Tempranamente enamorada de Irlanda, Victoria I pasaría sus primeras "vacaciones" en Killarney, en el Condado de Kerry, poniendo esa localidad muy en boga durante el siglo XIX. En respuesta a su pasión por la isla, los Irlandeses le profesan, en un primer tiempo, un sincero respeto y le brindan una calurosa acogida en su tierra.

Por desgracia, en 1845, Irlanda es golpeada por una epidemia de mildiu que arrasa las cosechas de patatas, alimento básico de la población insular. En espacio de 4 años, la penuria y la enfermedad cuestan la vida a 500.000 Irlandeses y provocan la emigración de 1 millón, en un intento de dejar atrás la miseria y la muerte. Esa horrible época fue bautizada como "La Gran Hambruna".

Conmovida, la reina Victoria I hace un donativo de 5.000 libras, el más alto de la época jamás entregado, y se implica en diversas organizaciones que luchan contra el hambre en Irlanda, intentando concienzar a los demás británicos para que se vuelquen como ella y aporten su ayuda.

Teniendo en cuenta que la agravación de la hambruna en Irlanda sea imputable a la política del Gobierno de Russell, la que pierde su popularidad es la soberana. Para los republicanos irlandeses, Victoria se convierte en "La Reina de la Hambruna", y empiezan a correr falsos rumores sobre su exigua contribución a la lucha contra la hambruna en la que, siempre según las interesadas y difamadoras malas lenguas, tan solo habría donado la cantidad de 5 libras Esterlinas al tiempo que donaba mayores sumas para la protección de los animales abandonados.

Victoria I hace su primera visita oficial en Irlanda en 1849, de la mano de Lord Clarendon, jefe de la administración británica en la isla y representante de la Corona en Irlanda (Lord Teniente de Irlanda). El gesto de la reina pretende entonces llamar la atención de los británicos sobre la hambruna padecida por los irlandeses y alertar a los políticos sobre la amplitud de la crisis.

Pese al efecto negativo de la "Gran Hambruna" sobre la popularidad de la reina, ésta sigue disfrutando aún de cierta estima entre los nacionalistas irlandeses. Pero, durante las décadas de 1870 y 1880, el respeto por la Corona decrecerá paulatinamente a raíz de un lamentable desencuentro con la Corporación de Dublín en dos ocasiones: en 1863, ésta rehusa felicitar oficialmente al Príncipe de Gales por su enlace con la Princesa Alexandra de Dinamarca y, en 1864, repite la ofensa al negarse a felicitar a la pareja por el nacimiento de su primer hijo.



Ante la manifiesta descortesía de los dublineses hacia la Corona Británica, Victoria I anula su siguiente viaje oficial a Irlanda. Pese a las presiones de los lords tenientes de Irlanda, de sus primeros ministros sucesivos e incluso de los propios miembros de la familia real, que ruegan y le aconsejan pasar temporadas puntuales en la isla y escoger allí una residencia de verano, la reina opondrá siempre su rotunda negativa.

La intransigente actitud de Victoria I hacia los Irlandeses será, a la larga, desastrosa tanto para la monarquía como para la administración británica en Irlanda.

Habrá que esperar hasta 1900, para que la reina Victoria I se digne finalmente a pisar nuevamente suelo irlandés, y será para llamar a los irlandeses a filas para combatir en la IIª Guerra de los Boers. La visita real chocará frontalmente con la oposición nacionalista capitaneada por Arthur Griffith, fundador de una organización llamada Cumann na nGaedheal. Cinco años más tarde, Griffith utilizaría los contactos establecidos durante aquella campaña contra la visita real de 1900, para formar un nuevo movimiento político bautizado como Sinn Féin.


miércoles, 12 de diciembre de 2012

martes, 11 de diciembre de 2012

CURIOSIDADES -89-

"Duelo de marquesas"



Fue en 1718, en París, cuando aconteció públicamente un sensacional duelo entre dos linajudas damas de la corte. La Marquesa de Polignac* fue retada a batirse en duelo por la mujer de su primo-hermano, la Marquesa de Mailly-Nesle**. Esta última había descubierto que ambas compartían al mismo amante, nada menos que al seductor Louis Armand de Vignerot du Plessis, 3er Duque de Richelieu, y no estaba dispuesta a seguir compartiéndolo. Tras la bofetada de rigor, se fijó el encuentro en un claro del parisino bosque de Boulogne, al alba, y se eligieron las armas: pistolas. La Marquesa de Polignac, pese a estar embarazada, fue más hábil que su contrincante e hirió sin gravedad a la de Mailly-Nesle en el hombro; sin embargo, la perdedora supo sacar ventaja de su herida y se vanaglorió de ello en sociedad.

Al amante de ambas, el Duque de Richelieu, le desagradó semejante publicidad. Asi que, salomónicamente, dejó a una y a otra por el amor de una de las hijas del Regente de Francia, Mademoiselle de Valois.

(*)_Françoise de Mailly-Rubempré (1692-1769), Marquesa de Polignac desde su matrimonio (1709) con Scipion-Sidoine-Apollinaire-Gaspard, Marqués de Polignac (1665-1739), era hija de Louis de Mailly, Marqués de Rubempré, y de Françoise de Sainte-Hermine, nieta del Barón Agrippa d'Aubigné. Su marido era 27 años mayor que ella y estaba esperando a su segundo hijo cuando se batió en duelo en 1718.

(**)_Armande Félicie de La Porte-Mazarin (1692-1729), Marquesa de Mailly-Nesle desde du matrimonio (1709) con Louis de Mailly, Marqués de Nesle o de Mailly-Nesle, primo-hermano de la Marquesa de Polignac, fue la nieta del demente Duque de Réthel, ese mismo que mandó arrancar los incisivos a su hija como castigo por haberse dejado raptar por el Marqués de Richelieu en el convento de Chaillot. Era también prima lejana de su amante el Duque de Richelieu. Fue la madre de las tres primeras amantes y favoritas del rey Luis XV: la Condesa de Mailly, la Marquesa de Vintimille y la Duquesa de Châteauroux.

lunes, 10 de diciembre de 2012

CURIOSIDADES -88-

"La epatante embajada española"



En 1660, el Príncipe Claude-Lamoral de Ligne (1618-1679), Grande de España y gran señor belga perteneciente a una de las más importantes casas de la alta aristocracia europea, se ve nombrado por el rey Felipe IV embajador extraordinario de España en la corte de Saint-James, para presentar las felicitaciones de su soberano al recién proclamado rey Carlos II de Inglaterra.

Muy amigo de la fastuosidad y del boato, el Príncipe de Ligne pondrá todos los medios a su alcance para hacerse un digno representante de la grandeza española, aunque su prestigio no sea más que el pálido reflejo del orgulloso imperio fundado por Carlos V, caído en la más alarmante decadencia. Para ello, llevará consigo a 15 gentileshombres, 12 criados, 2 limosneros, 3 secretarios, 1 médico, 1 intendente, 5 ayudas de cámara, 1 tañedor de laúd, 12 pajes, 4 trompetas, 24 lacayos, 8 cocheros, 20 palafraneros, 20 oficiales de su casa, 14 carrozas y 280 caballos.



El 17 de agosto de 1660, el Príncipe de Ligne y su numeroso séquito embarcaron a bordo de dos grandes navíos en el puerto de Ostende, para cruzar el Canal de la Manga. Al día siguiente, el embajador de Su Católica Majestad es saludado en nombre del rey Carlos II en la desembocadura del Támesis. Desembarca en Londres bajo unas ensordecedoras salvas de la artillería de la Torre. Su fastuosa embajada londinense sería largamente recordada por su magnificencia e inmortalizada por el pintor Du Chastel en un lienzo destinado a conmemorar su misión diplomática, y a ser colgado en el Salón de Embajadores de su castillo de Beloeil.



El Príncipe de Ligne sería recibido varias veces por Carlos II de Inglaterra en audiencias públicas y privadas. Tras una dispendiosa estancia de un mes, el diplomático abandonará Londres para volver a los Países-Bajos Españoles.

domingo, 9 de diciembre de 2012

CURIOSIDADES -87-

EL LIMÓN: un cítrico imprescindible



El limón o la lima, ya conocida en la Persia antigua y llamado limu, debió su introducción en Europa gracias a las conquistas de Alejandro Magno en Oriente Medio, Africa del Norte y Asia. Desde Oriente Medio hasta la India y China, el cítrico ya era apreciado por sus virtudes medicinales y como ingrediente culinario. Los médicos griegos y romanos, que apreciaban sus ventajas, utilizaban los limones para confeccionar sus remedios medicinales.

Con las invasiones de las tribus bárbaras del Norte y la caída del Imperio Romano en el siglo III, el cultivo del limón en la Europa meridional fue abandonado, sus plantaciones arrasadas. Hubo que esperar hasta las Cruzadas del siglo XII para que los caballeros, regresados de Tierra Santa, trajeran consigo el cítrico y volviera a ser cultivado. Por otro lado, gracias a las invasiones de las penínsulas ibérica e itálica por parte de los árabes, en el siglo X, los limoneros fueron nuevamente traídos, implantados y cultivados en el Sur del Continente Europeo.

Considerado un fruto exótico en la Europa del Norte desde la época renacentista, el limón solo se encontraba en las mesas de reyes y aristócratas dado su elevado precio.

Con el auge de la navegación tras el "descubrimiento" del Continente Americano, el limón se convirtió en la fruta imprescindible de los marineros para combatir el escorbuto en sus largas travesías, y se implantó en América gracias a los colonos hispano-lusos.

Hoy en día, el limón es muy apreciado por su utilidad en el ámbito culinario y sus virtudes medicinales, ya que es eficaz para combatir más de 150 enfermedades distintas.

LA LLIMONA: l'arma natural contra el càncer

LA LLIMONA,
EL CÍTRIC ANTI-CANCERÍGEN
 
 
La llimona és una fruita que es pot aprofitar sencera, tenint en compte que les seves virtuts són miraculoses. Només cal congelar-la i treure'n profit a nivell alimentari i medicinal, només amb un ratllador de cuina; no cal pelar-la ni fer res d'extraordinari.

Les ratlladures de llimona poden posar-se d'ingredient en qualsevol beguda freda i calenta, les amanides, cremes gelades, sopes, pastes italianes de tot tipus, arrós, sushis, peix,... El gust d'aquests aliments es veurà realçat per les ratlladures de la llimona.

La llimona no només aporta una vitamina tant important com la C. Quan es consumeix el cítric sencer ratllat (pell i polpa), aprofitem que la seva pell té de 5 a 10 vegades més vitamines que les que es troben habitualment en el seu suc.

La llimona sencera i ratllada, consumida diariament, fa de regenedora natural de la salut, ja que contribueix a erradicar els elements tóxics del cos. Aquest cítric és un producte miraculós per matar les cèl.lules cancerígenes; és 10.000 vegades més potent que la quimioteràpia i no té el impacte tan negatiu d'aquesta en el organisme humà.

Es veu que és una fruita molt eficaç sobre els quistes i els tumors, i sobre diversos tipus de càncer, amb un ampli espectre anti-microbià que ataca les infeccions bacterianes i els fongs, a més de ser efectiu contra els paràsits interns i els cucs; regula també la tensió arterial massa elevada i és un bon anti-depressiu, ja que combat el estrés i els problemes nerviosos.

Segons els estudis d'un important laboratori farmacèutic sobre les virtuts medicinals d'aquest cítric, i després de 20 anys d'assaigs des-de 1970, els resultats han confirmat que destrueix les cèl.lules malignes en 12 tipus de càncer: el de còlon, de mama, de próstata, de pulmó i de páncreas entre altres.

Els components del llimoner resulten ser 10.000 vegades més eficaços que l'adriamicina, un medicament quimioterapèutic normalment utilitzat en el món farmacéutic per frenar el creixement de les cèl.lules cancerígenes.

Lo més interessant és que aquest tipus de teràpia casolana (el consum de la fruita sencera, congelada i ratllada a la cuina), destrueix només les cèl.lules cancerígenes malignes i no afecta gens les cèl.lules sanes.

El fet que aixó no es sàpiga té a veure amb els interessos del lobby farmacéutic, ja que els laboratoris volen treure al mercat una versió sintètica que, sense dubtes, els donarà enormes beneficis econòmics.

sábado, 8 de diciembre de 2012

LEOPOLDO I DE LORENA

EL BUEN PRÍNCIPE
 
 

Leopoldo I de Lorena, apodado "el Bueno", nació en Innsbrück (Tirol) el 11 de septiembre de 1679, y falleció el 27 de marzo de 1729 en el castillo du Ménil (Lorena); fue Duque de Lorena y de Bar de 1690 a 1729, aunque entre 1690-1697 fue solamente titular y entre 1697 y 1729 lo fue efectivamente. Era hijo del duque Carlos V de Lorena y de la archiduquesa Mª Eleonora de Austria.

Sus títulos completos fueron los siguientes:

-Duque soberano de Lorena y de Bar

-Marqués de Pont-à-Mousson

-Duque de Calabria

-Duque de Gueldre y de Juliers

-Duque de Montferrat

-Duque de Teschen

-Marqués de Nomény

-Conde de Vaudémont

-Conde de Blâmont

-Conde de Provenza

-Conde de Salm

-Conde de Zutphen y de Sarrewerden

-Conde de Falkenstein

-Príncipe soberano de Arches y de Charleville

Pasó su infancia en el Tirol austríaco, al cuidado de su madre mientras su padre guerreaba contra los Turcos. Al morir su padre en 1690, tomó el título de duque de Lorena y de Bar y fue enviado a Viena para recibir una sólida educación y formación militar. Enrolado en las filas del Ejército Imperial, tomó parte activa en el asedio de Temesvár (1694), y recibió un mando en el ejército del Rhin en 1697. La guerra de la Liga de Augsburgo tocaba a su fin y, en consecuencia, las negociaciones se entablaron en Ryswick para firmar la paz.

 
Retrato alegórico del Duque Leopoldo I "el Bueno" de Lorena y de Bar (1679-1729), sostenido y presentado por La Fuerza, La Fe y La Prosperidad; obra de Nicolas Dupuy.


Como Luis XIV de Francia pretendía asegurar la sucesión española en favor de su nieto el duque de Anjou, se mostró dispuesto a hacer concesiones y la cuestión de devolver los ducados de Lorena y de Bar a su auténtico soberano, fue mencionada.

Firmada el 30 de octubre de 1697, la Paz de Ryswick fue ratificada el 13 de diciembre; en virtud de la misma, Francia devolvía los Estados de Lorena y de Bar al duque Leopoldo I.

La entrada triunfal de Leopoldo I en su capital, Nancy, aconteció el 17 de agosto de 1698 en medio de grandes celebraciones y para alivio de sus súbditos, felices de recuperar a su soberano legítimo y deshacerse de una ocupación francesa de casi tres décadas, y que había durado desde 1670 hasta 1697 (27 años en total).

 
Retrato ecuestre de la Princesa Elisabeth-Carlota de Orléans, Duquesa de Lorena y de Bar (1676-1744), sobrina carnal del rey Luis XIV de Francia.


El 13 de octubre del mismo año, el duque eligió casarse con una sobrina carnal del rey Luis XIV: la Princesa Elisabeth Carlota de Orléans (1676-1744), hija del príncipe Felipe I de Francia, duque de Orléans, y de Elisabeth-Charlotte "Liselotte" de Baviera, Princesa Palatina del Rhin.

 
Retrato ecuestre del Duque Leopoldo I de Lorena y de Bar (1679-1729).


Leopoldo I se ocupó más bien poco de política exterior porque, sencillamente, este punto en concreto formaba parte de las restricciones impuestas por el Tratado de Ryswick, y pensó durante un tiempo con el rey de Francia, cambiar la Lorena por el Milanesado en 1700. Sin embargo, el proyecto no prosperó y, retomando la política de neutralidad de sus lejanos predecesores en el trono, se guardó muy mucho de intervenir en el conflicto que acabaría por convertirse en la Guerra de Sucesión Española y que implicó a Europa entera.

En cambio, tomó a pecho reconstruir sus Estados, con el fin de borrar las huellas de las guerras y de las ocupaciones que habían arrasado los ducados. Comenzó por reformar el Gobierno; inspirándose en el sistema francés, nombró 4 secretarios de Estado, dividió sus Estados en 17 circunscripciones administradas por 17 baílios y 58 prebosterías, reforzando de paso la centralización administrativa del Estado. Reformó la fiscalidad con el fin de mejorar los rendimientos de los impuestos. Para repoblar sus ducados, que habían sufrido graves descensos en su tasa de natalidad, alentó la inmigración y puso nuevamente en pie la antigua red viaria antes de crear nuevas vías de comunicación. Al final de su reinado, se podía circular libremente por las carreteras sin encontrarse con obstáculos naturales y con toda seguridad.

 
El Palacio de Lunéville, sede de la corte de Leopoldo I de Lorena, reproducido en 3D.


En el plano urbanístico, mandó reconstruir el castillo ducal de Lunéville en el gusto neoclásico y con una mayor extensión arquitectónica. El resultado fue, hasta tal punto bueno, que el palacio fue prontamente calificado como el "Versailles de Lorena". De hecho, en aquellas primeras décadas del siglo XVIII, Lorena se benefició de las medidas reformadoras y pacifistas del duque Leopoldo I, y experimentó un auge artístico y económico que convirtió a la corte de Lunéville en uno de los centros culturales de referencia en Europa.

De su matrimonio con la princesa Elisabeth-Carlota de Orléans, celebrado en Fontainebleau el 13 de octubre de 1698, tuvo nada menos que 13 hijos:

-Leopoldo (1699-1700), Duque de Bar

-Carlota Elisabeth (1700-1711) abadesa de Remiremont

-Luisa Cristina (1701-1701)

-Maria Gabriela Carlota (1702-1711)

-Luis (1704-1711) duque de Bar

-Josefa Gabriela (1705-1709)

-Gabriela Luisa (1706-1709)

-Leopoldo Clemente Carlos (1707-1723), Duque de Bar

-Francisco III Esteban (1708-1765), Duque de Lorena en 1729-1737, archiduque consorte de Austria en 1736, gran-duque de Toscana en 1737, duque de Teschen en 1737, emperador romano germánico en 1745

-Eleonora (1710-1710)

-Elisabeth Teresa (1711-1741), casada con Carlos-Manuel III de Saboya, rey de Cerdeña y Piamonte (1701-1773)

-Carlos Alejandro Manuel (1712-1780), Príncipe de Lorena, archiduque consorte de Austria, gobernador y virrey de los Países-Bajos Austríacos, Gran-Maestre de la Orden Teutónica, feld-mariscal y general del Imperio

-Ana Carlota (1714-1773), abadesa de Essen, de Thorn y de Remiremont

 

viernes, 7 de diciembre de 2012

Cita de la Semana



"Lo más razonable que se ha dicho sobre el matrimonio y sobre el celibato, es esto: hagas lo que hagas, te arrepentirás."

Frase de: Agatha Christie, novelista (1890-1976).

miércoles, 5 de diciembre de 2012

SIR CHARLES LUCAS: el héroe de la Guerra Civil Inglesa


SIR CHARLES LUCAS DE COLCHESTER, Kt.
LORD LUCAS
1613 - 1648
 
 


Tercer hijo de Sir Thomas III Lucas de Saint-John, Gran Sheriff de Essex (ob.1625) y de Lady Elizabeth Leighton, fue el hermano de la célebre Lady Margaret Lucas-Cavendish, duquesa de Newcastle, de Lady Elizabeth Walter de Sarsden, de Lady Catherine Pye, de Lady Mary Killigrew, de Sir John Lucas, 1er Lord y Barón Lucas de Shenfield y de Sir Thomas IV Lucas de Saint-John. Nació en la suntuosa casa solariega de Saint-John Abbey de Colchester (Condado de Essex) en 1613, en el seno de una de las más influyentes y opulentas familias del Este de Inglaterra, y educado junto a sus siete hermanos.

A temprana edad, abrazó la carrera militar haciendo su bautizo de fuego en los Países-Bajos en la década de 1630, y distinguiéndose en la Guerra de los Obispos (1639-1640), al mando de un regimiento de caballería bajo las órdenes de su hermano mayor Sir John Lucas (1606-1671). Su arrojo y valentía le valieron enseguida ser el centro de atención de la corte, y el rey Carlos I le nombró y armó caballero en 1639 (Knight).

 
Retrato del rey Carlos I de Inglaterra, Escocia e Irlanda (1600-1649).


Al estallar en 1642 la Guerra Civil Británica (confrontación entre Carlos I y el Parlamento), obviamente partidario del rey y al frente de un regimiento de caballería, libró batalla en Powick Bridge siendo herido. Poco tiempo después, y repuesto de sus heridas (1643), Sir Charles Lucas se puso a las órdenes del Príncipe Palatino Rupert de Baviera, duque de Cumberland (primo del rey), comandando un regimiento de caballería y llevando a cabo la campaña de Nottingham hasta el año 1644 cuando, por recomendación del príncipe, fue nombrado teniente-general de caballería de William Cavendish, Marqués de Newcastle (su futuro cuñado).

 
Retrato del Príncipe Rupert de Baviera, Conde Palatino del Rhin y Duque de Cumberland (1619-1682); según Sir Peter Lely.
 
 
Retrato de William Cavendish, Lord Ogle, Ier Conde y Marqués de Newcastle (1592-1676).
 


Cuando Lord Newcastle se dirigió a York, para enfrentarse al ejército Escocés (aliado de los Parlamentarios), Sir Charles y su caballería atacaron en campo abierto a la avanzadilla escocesa, arrasando y dispersándola. Luego se reunió al ejército del príncipe Rupert en la "Marcha de York", con nada menos que 5.000 jinetes. En la batalla de Marston Moor, en julio de 1644, Lucas capitaneaba junto con el teniente-general Lord Goring, el ala izquierda del ejército realista y, cuando Lord Goring provocó la desbandada de la caballería de Sir Thomas Fairfax, Lucas se echó sobre la infantería escocesa mandada por Lord Leven (Alexander Leslie, Conde de Leven, 1580-1661), aniquilandola y provocando la huída de éste, que fue a refugiarse a Leeds. Sin embargo, Sir Charles Lucas fue herido y posteriormente hecho prisionero por los Parlamentarios, tras la derrota del príncipe Rupert en el campo de batalla.

En un intercambio de prisioneros entre ambos bandos, en el invierno de 1644-1645, Sir Charles Lucas recobró la libertad y fue nombrado gobernador del Castillo de Berkeley, fortaleza que tuvo que defender durante un breve asedio llevado a cabo, y sin éxito, por el coronel Rainsborough.

En 1646, Lucas fue nombrado segundo-comandante de Sir Jacob Astley, en la última campaña realista de la Guerra Civil. Desgraciadamente, tras librar batalla en Stow-on-the-Wold, fueron ambos hechos prisioneros y posteriormente liberados, tras dar su palabra de no volver a tomar las armas contra el Parlamento en el futuro.

En referencia a la Guerra Civil, dicho conflicto que enfrentó a Carlos I con el Parlamento (realistas y covenantners, o parlamentarios), se divide en dos partes: la 1ª Guerra Civil abarca desde su inicio en agosto de 1642 hasta la derrota militar del rey en Naseby, en 1645. La 2ª Guerra Civil, mucho más brutal y corta que la anterior, se inaugura en la primavera de 1648, cuando el ejército de Escocia penetra en Inglaterra para liberar al rey prisionero en Londres, y es derrotado finalmente en Preston por el ejército de Oliver Cromwell (agosto de 1648).

Sin embargo, en 1648, una serie de rebeliones y alzamientos contra el Parlamento atizaron nuevamente las llamas de la guerra civil por todo el país. Sir Charles Lucas, entonces retirado en sus posesiones de Colchester, tuvo que tomar el mando de los insurgentes realistas de Essex, uniéndose a él Sir George Lisle, Lord Capel (1604-1649) -que en agosto de 1641 había sido hecho 1er Barón Capel de Hadham, siendo padre del futuro 1er Conde de Essex- y el Conde de Norwich en la localidad cercana de Chelmsford.

 
El Castillo de Colchester, representado en la época medieval cuando fue construído para defender la ciudad.


El 12 de junio de 1648, Sir Charles ocupó el castillo de Colchester, intentando reclutar más tropas antes de llevar a cabo una incursión a través de los condados de Norfolk y de Suffolk, para apoyar la causa del rey Carlos I. Los planes sufrieron un grave contratiempo cuando apareció Lord Thomas Fairfax con su ejército parlamentario e inició el asedio de la plaza de Colchester, que se había convertido bajo Sir Charles Lucas, en una fortaleza infranqueable. Atrapados, resistieron los repetidos a la par que infructuosos asaltos de Fairfax hasta el 27 de agosto (que le costaron a los Parlamentarios unas bajas de 10.000 hombres en una sola noche). En vista del poco éxito, Fairfax tuvo que hacer gala de paciencia e ingenio, y resolverse a mantener Colchester sitiada. Y, para evitar que la ciudad fuera socorrida o recibiese víveres por el río Colne, bloqueó la entrada al puerto fluvial.

 
Retrato de Sir Thomas Fairfax, IIIer Lord Fairfax of Cameron (1612-1671), General de las tropas parlamentarias.


Ante el lamentable estado de la población y de los soldados realistas, desnutridos y enfermos, y la noticia de la rendición de Lord Norwich el mismo día tras la derrota de los escoceses en Preston, Sir Charles optó por negociar su rendición con la condición de que los habitantes no sufrieran represalias ni pillajes (27 de agosto de 1648). Una vez entregada la plaza de Colchester, Lord Fairfax ordenó que él y Sir George Lisle fuesen ejecutados por un pelotón de fusilamiento sin previo juicio argumentando, ante las protestas de indignación, que Sir Charles Lucas había roto su promesa de no volver a tomar las armas contra el Parlamento (1646); semejante acto violó los términos de la rendición, pero Fairfax, desoyendo las protestas, insistió que "en la guerra, todo era justificable".

 
Cuadro representando la mañana del 28 de agosto de 1648, en la que Sir Charles Lucas y Sir George Lisle son sacados al exterior del Castillo de Colchester para ser ejecutados / Abajo, grabado conmemorando la ejecución, titulado "el leal sacrificio".
 
 


El 28 de agosto de 1648, a las 7 de la mañana, Sir Charles Lucas y Sir George Lisle fueron sacados de sus celdas y dispuestos contra los muros del castillo de Colchester ante un pelotón de fusilamiento. Lucas eligió ser el primero y, con soberbia, espetó a sus verdugos: "¡Ahora rebeldes!¡Haced lo peor!"

Y cayó muerto.



Su compañero de armas, Lisle, se puso al lado del cuerpo sin vida de Charles y fue a su vez fusilado. El tercer fusilado fue el coronel Farre... Tan solo se libró Sir Bernard Gascoigne, por su condición de mercenario y ciudadano "extranjero"; fue liberado.

Dos años escasos después, uno de los hermanos de Charles, Sir Thomas Lucas de Saint-John (casado con Lady Anne Byron y padre de dos hijos), que andaba combatiendo en Irlanda, junto con los católicos y contra Cromwell, fue mortalmente herido en la cabeza en 1649 o 1650.



En 1660, con la Restauración que supuso el regreso del rey Carlos II a Inglaterra, el soberano hizo celebrar unos solemnes funerales de Estado en memoria de Sir Charles Lucas y de sus compañeros de armas. La mismísima hermana de Charles, Lady Margaret, entonces marquesa de Newcastle, y su hermano Lord Lucas de Shenfield ordenaron levantar en el lugar de su ejecución un obelisco conmemorativo a los pies del castillo de Colchester. Poco después, Carlos II de Inglaterra concedió al difunto Sir Charles, al que consideraba un mártir de la causa realista, el rango de Par del Reino a título póstumo (Lord Lucas), por su ejemplar lealtad hasta la muerte.



Nota_el 22 de agosto de 1642, la mansión-abadía de Saint-John Abbey, en Colchester, propiedad de la familia Lucas, fue asaltada, saqueada e incendiada por la turba; la excusa para tal brutalidad, fue que la familia tenía en su posesión una ingente cantidad de armamento que podía servir, si se diese el caso, para equipar a todo un regimiento de soldados realistas. Pero en la práctica, la familia atesoraba una impresionante e histórica colección de armas blancas y de fuego que no estaban, precisamente, destinadas a equipar regimiento alguno. No contentos con el pillaje e incendio de la mansión, con arrestar a toda la familia y a su servicio doméstico, prosiguieron sus fechorías yendo a la Iglesia de St. Giles para violar los sepulcros de la familia Lucas, exhumar los restos de los allí sepultados y librarse a todo tipo de sacrilegios antes de tirarlos a una fosa común. En 1660, la Marquesa de Newcastle y Lord Lucas de Shenfield ordenaron localizar la fosa común, exhumar los restos de sus antepasados y familiares, y devolverles a su antiguo emplazamiento de la Iglesia de St. Giles, en un nuevo panteón construido para tal fin.