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lunes, 18 de abril de 2011

BARBANEGRA

EDWARD TEACH DRUMMOND alias "BARBANEGRA"

1680 - 1718



Nacido en 1680, en Bristol (Inglaterra), su verdadero nombre fue Edward Drummond, aunque posteriormente se le conociera como Edward Teach, apodado "Blackbeard" (Barbanegra, en inglés). Se enroló a bordo de un navío corsario inglés durante la Guerra de Sucesión Española, al servicio de la reina Ana I de Gran-Bretaña e Irlanda, entre 1702 y 1713. Pese a su temeridad y a su valentía en el abordaje de numerosos navíos franceses, nunca obtuvo un ascenso como se lo merecía.

Quizás por despecho, se convierte en pirata en el año 1716. En esa misma época, el capitán pirata Hornigold le confía el mando de un sloop. Durante dos años, Teach acompaña a Hornigold con su sloop, hasta el día que aborda un gran navío mercantil francés. Recibiría entonces, en noviembre de 1717, de su capitán el mando de un navío francés armado de 40 cañones: "Le Concorde", rebautizado con el nombre de "Queen's Anne Revenge" (La Revancha de la Reina Ana).

En 1718, Teach se separa de Hornigold y toma la decisión de zarpar por su cuenta, encabezando a 300 hombres y con 4 navíos. A partir de ese momento, se dedica a amenazar las costas de la Carolina, a multiplicar los abordajes, los pillajes y las masacres. En tan solo un año, contabiliza nada menos que 40 navíos, víctimas de su piratería. En consecuencia, el gobernador Spotswood pone precio a su cabeza y llama al teniente Maynard, al frente de un navío de guerra llamado "Pearl", para que lo capture.

Después de varios días de búsqueda, Maynard consigue dar con Barbanegra en la bahía de Ocracoke (Estado de Washington, U.S.A.). El pirata es advertido de la presencia de Maynard, pero no pareció preocuparle demasiado.



A la mañana del 22 de noviembre de 1718, el abordaje se inicia y un feroz combate sigue. Teach y Maynard acaban por verse las caras, cada uno estando armados de un sable y de una pistola. Se libran entonces a un duelo a pistola. Teach es herido y, luego, los dos hombres se enfrentan empuñando los sables; el de Maynard se rompe bajo los asaltos de su terrible adversario. Teach se abalanza sobre Maynard para darle el golpe de gracia, cuando un marinero le asesta una violenta puñalada en la nuca. Soportando estoicamente su dolor, la sangre inundándole, Barbanegra continúa el combate con coraje y determinación, pese a sus múltiples heridas, cuando un segundo marinero se interpone en el enfrentamiento, asestándole varias puñaladas. Finalmente, Maynard consigue abatirle con un certero disparo y Teach se desploma.



Sobre el cadáver inerte de ese diablo de Teach se censaron nada menos que 25 heridas, 5 siendo por balas. Maynard hizo decapitarle para exponer su cabeza al final del mástil más alto, como advertencia para todos los piratas de los Caribes o de otros lares. Muy a pesar de que su cabeza fuera expuesta luego en plena plaza pública, muchos marinos y colonos rechazaron creer que había muerto, por lo que muchos actos de piratería le fueron póstumamente atribuidos.

¿Quién fue Edward Teach?



Edward Teach, supuestamente apellidado Drummond, tuvo varios apodos: Barbanegra, Teach, Thatch, Tash, Ned,... y, por lo que se ve, se casó con 14 mujeres! Nativo de la ciudad portuaria de Bristol, dónde vio la luz en 1680, cayó a manos de Maynard, su más acérrimo enemigo y perseguidor, en un tremendo combate en la Bahía Estadounidense de Ocracoke (Costa de Washington, cerca de Annapolis, EE.UU.), el 22 de noviembre de 1718; tenía 38 años de edad.

Entre sus relaciones, se pueden citar a Israel Hands, Anne Bonny, Benjamin Hornigold, Steed Bonnet y al famoso Jack Rackham "el Rojo" (cuyo estandarte: una calavera acompañada de dos sables entrecruzados, se hizo muy popular). Se le atribuye la nada despreciable cifra de 40 navíos abordados.


Bandera o estandarte del pirata Barbanegra

Edward Teach o Drummond, alias "Blackbeard" o Barbanegra, tenía a decir de testigos oculares, un aire imponente, era alto, muy fornido y con un aspecto terrible. Llevaba una barba negra llena de grasa que le cubría el pecho, haciendo gala de una falta de aseo repulsivo, apestando a sudor mezclado con el ron y la pólvora de cañón. Sus ropajes, siempre en mal estado y ajados, eran testigo visible de sus numerosos combates, siendo de color oscuro, mancillados de sangre y de diversas bebidas. Algunos capitanes se daban una imagen de "caballero" vestidos de finos tejidos y muy apreciados, prefiriendo la negociación, mientras que Barbanegra prefería cultivar su imagen de furia, de monstruo sanguinario. En combate, su barba era trenzada en una decena de coletas recogidas por cintas anudadas y de color rojo sangre. Tenía por costumbre añadir dos mechas encendidas prendidas a su sombrero, y que colgaban a lo largo de su rostro, para impresionar a sus adversarios. Para distraerse del aburrimiento, solía disparar a ciegas sobre sus marinos para observar el impacto de sus balas y sus consecuencias. Se justificaba diciendo: "Si no matase a uno de cuando en cuando, acabarían por olvidarse de quien soy yo!"

Tras una buena captura, gustaba esconder o enterrar sus botines y tesoros en una costa desierta, ayudado por uno o dos de sus hombres. Volvía a su navío solo: "¡Montan guardia!" decía a los demás extrañados. De hecho, era cierto, aunque fuesen guardianes... muertos. A Barbanegra no le gustaban los testigos que pudiesen revelar el emplazamiento de sus tesoros enterrados. Siempre rehusaba dar indicaciones sobre cómo encontrar sus cofres: "Solo el diablo y yo sabemos dónde se encuentran mis tesoros, y el diablo se quedará con todo!"

Tesoros perdidos



Antes de su muerte, alguien preguntó a Barbanegra acerca del emplazamiento de sus tesoros enterrados, y si una de sus 14 mujeres sabían algo, pero él respondió con una diabólica carcajada, añadiendo que solo el diablo y él sabían dónde se encontraban...

Los piratas no siempre podían llevarse consigo el producto de sus pillajes, por falta de espacio o por temor a caer en manos de navíos de guerra lanzados contra ellos, por lo que numerosas islas del Pacífico tienen la reputación de contener formidables tesoros. El archipiélago de las Galapagos, el archipiélago de Recilla-Gigedo, las Islas de Malpedo, Clipperton, Bancs, o la Isla de Cocos (quizás la más señalada), son famosas porque en aquellos tiempos eran los lugares preferidos de los piratas para esconder allí sus botines. La Isla de Cocos ha sido víctima de numerosas búsquedas, de excavaciones y de dinamitaciones con tal de dar con esos legendarios tesoros enterrados. Muchos fueron ciertamente encontrados, pero muchos más quedan todavía por ser descubiertos. Queda una pregunta pendiente: ¿dónde escondió Barbanegra sus tesoros?

Hasta hoy, los buscadores exploran concienzudamente las costas de Carolina del Norte y Virginia, respaldados por rumores y diarios de a bordo de diversos marinos de los siglos XVII y XVIII. Pocos tesoros han sido desenterrados y, casi siempre, los gastos implicados se revelan demasiado elevados para proseguir con esas excavaciones.



En 1987, Phil Masters, un alto ejecutivo norteamericano poseedor de una empresa especializada en la búsqueda y recuperación de navíos hundidos, descubre un importante documento a base de frecuentar las bibliotecas: un antiguo compañero de Barbanegra, capturado en octubre de 1718, había declarado todo lo que sabía durante su juicio, con tal de evitar la pena de muerte por piratería. Indicó el lugar dónde habría desaparecido en las aguas el "Queen's Anne Revenge": en la entrada de la Bahía de Beaufort, al oeste, a 2 kms de la costa. La investigación y la búsqueda del navío emblemático de Barbanegra costaron a Phil Masters, nada menos que 8 años para encontrar los fondos necesarios para llevar a cabo la campaña de búsqueda. Tras vanos intentos, descubrieron a 8 metros de profundidad, un ancla surgiendo del fondo marino. La búsqueda dió sus frutos: se encontraron diversas bolas de cañón y una campana que, sin duda, pudieron pertenecer al navío de Barbanegra. Sin embargo, los archivos revelaron que en ese lugar se producieron 4 naufragios en el siglo XVIII: "El Salvador" en 1750, "Susannah" en 1753, "Betsy" en 1771 y el "Polly" en 1793.

En septiembre de 1998, el Estado de Carolina del Norte asi como varias universidades y empresas participan en las búsquedas oficiales. Numerosos objetos son reflotados tales como cañones, botellas de ginebra, ... y un plato de estaño en el cual quizás Barbanegra tomó sus comidas antes de que el navío se hundiera en las aguas. Todo parece indicar que se trata realmente de los restos del "Queen's Anne Revenge", ya que la forma de los tres anclas descubiertos y varias botellas, pertenecen a un velero de principios del siglo XVIII. Dieciocho cañones, diferentes entre si, evocan que proceden de diferentes navíos y que seguramente fueron fruto de anteriores pillajes sobre otras embarcaciones abordadas. Anotemos que ninguno de los navíos anteriormente mencionados, y que se hundieron en dicha bahía, poseyeron tantos cañones como el barco de Barbanegra, que tenía en su haber 40...

Pero, ¿qué pasa con los tesoros de Barbanegra?

Solo el diablo y él lo saben...

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Muy buenos Días.

    Mi nombre es Juan Carlos ,dirijo una revista digital GRATUITA llamada Diaphoros .Anteriormente hemos sido editores de varias revistas de muy buena aceptación como: Extrañología o Candil Insólito.

    El motivo de este mensaje es que tenemos un gran interés por este artículo en su blog ,por lo cual,nos agradaría el poder insertarlo en nuestro número de salida con fecha estimada para Abril.

    Nuestra edición es trimestral, sin ánimo de lucro y de modo gratuito(como dejé claro en la entrada de este mensaje),y pondríamos todas y cada una de las referencias que tiene mencionado artículo (autor, web, blog.....)


    Para visionar parte del trabajo que hemos realizado anteriormente ,puede visitar nuestro blog:

    http://diaphorosmag.wordpress.com/revista/


    En espera de su respuesta,atentamente.

    Juan Carlos Moreno -Diaphoros-

    diaphorosmagazine@gmail.com

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    1. Hola Juan-Carlos,

      disculpas por el retraso a la hora de dar mi respuesta; casi paso por alto tu mensaje.
      Mi respuesta es que si os interesa éste u otro de los artículos, podéis disponer de ellos en su integridad sin problema alguno. La Historia es un bien común y debe ser compartida con total libertad.

      Mis más cordiales saludos.

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  3. Gracias por toda la informacion. Me encanto leerlo todo, de principio a fin.

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  4. Me encantan tus artículos <3 Admiración desde Cartagena,Colombia.

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