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jueves, 1 de mayo de 2014

1625: EL ESCÁNDALO BUCKINGHAM

AMIENS, 1625:
LA ACCIDENTADA ENTREVISTA DEL DUQUE DE BUCKINGHAM
CON LA REINA ANA DE AUSTRIA.
 
 
Retrato de George Villiers, 1er Duque de Buckingham (1592-1628), favorito y Principal Ministro de los reyes Jacobo I y Carlos I de Inglaterra.
 
A mediados del año 1625, el Duque de Buckingham, junto con Sir John Eliot y un nutrido séquito de caballeros ingleses, fue enviado a la corte francesa como representante extraordinario de su flamante soberano, el rey Carlos I de Inglaterra y Escocia, recién aupado al trono tras la muerte de su padre y predecesor Jacobo I, acaecida el 27 de marzo. La misión diplomática del duque era la de casar por poderes con la Princesa Enriqueta María de Francia, en nombre de su representado, el rey de Inglaterra. El matrimonio, planeado por Jacobo I después del estrepitoso fracaso con la corte española, seguía entonces su curso en medio de discusiones y acuerdos entre París y Londres, no exento de polémica por ser la princesa francesa una católica. Fue cosa hecha el 13 de junio; Luis XIII concedió la mano de su hermana al nuevo rey inglés, representado por el apuesto y arrogante Duque de Buckingham.

 
Retrato de la Princesa Enriqueta María de Francia (1609-1669), Reina de Inglaterra, de Escocia e Irlanda; obra según A. Van Dyck, entre 1636-1638.


Convertida en nueva Reina de Inglaterra, de Escocia e Irlanda, la princesa hizo sus baúles y se encaminó, escoltada por la familia real francesa y la corte, hasta las costas para embarcar y viajar hacia su nueva patria. Entre los acompañantes de Enriqueta María se encontraba obviamente su hermosa cuñada española, la Reina Ana de Austria, esposa de su hermano el rey Luis XIII.


 
Retrato de Ana de Austria, Infanta de España y de Portugal (1601-1666), Reina de Francia y de Navarra; obra de P.P. Rubens.
 
 
Retrato de la Princesa Marie de Rohan-Montbazon, Duquesa de Chevreuse (1600-1679).
 

Gracias a la complicidad de la intrigante amiga de la reina, la Duquesa de Chevreuse, el galante Duque de Buckingham, prendado de la belleza de la Reina de Francia, consiguió obtener un "tête-a-tête" particular con Ana de Austria, aprovechando que estaba menos vigilada, la tarde-noche del 15 de junio en Amiens. El encuentro, arreglado por la Duquesa de Chevreuse, se produjo en un parque al anochecer, aprovechando que la Reina de Francia andaba paseando sola. Allí, el insolente duque intentó lo impensable: cortejar a la soberana. En un momento dado y, sin duda, porque las cosas se salieron de madre, la reina gritó para atraer la atención de sus damas y caballeros, que acudieron a su rescate poniendo brutalmente fin al encuentro galante.

¿Qué pasó realmente entre el duque y la reina en el parque de Amiens? ¿Se había propasado físicamente el duque en el calor de sus declaraciones amorosas con la reina?

Cuatro testigos dan su particular versión de los hechos.

Según Madame de Motteville, favorita de la reina:

"La Reina fue importunada por algún sentimiento demasiado apasionado del duque y gritó para llamar a su lado a su caballerizo."

Según el Duque de La Rochefoucauld, moralista y cortesano:

"Intentó aprovecharse de la situación, con tan poco respeto que la Reina se vio obligada a llamar a su vera a sus damas."

Según La Porte, ayuda-de-cámara de la Reina Ana:

"El duque se aprovechó de la situación y llevó su audacia hasta querer acariciar a la soberana."

Según Tallemant des Réaux, escritor y poeta:

"El Galante se tiró a la Reina y le abrasó los muslos con los bordados de sus botas."

¿A quién creer? En cualquier caso, el incidente del parque de Amiens provocó la cólera del rey Luis XIII y, si cabe, enfrió aún más su relación con Ana de Austria.


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