Diógenes, adepto de la vida espartana y de lo estrictamente necesario, vivía en una gran tinaja, iba con los pies desnudos y simplemente recubierto con un manto. Cuando iba de pedigüeño entre los transeúntes, pidiendo limosna, lo hacía primero debajo de las estátuas para acostumbrarse al rechazo. A su muerte, habiendo pedido que tirasen su cadáver a una fosa común como si se tratase de un perro, fue objeto de grandes funerales y sobre su tumba pusieron la escultura de un perro de mármol.
¿Has pensado alguna vez cuantas historias se esconden tras un retrato? Pues ésas son las que componen lo que llamamos "Historia".
sábado, 4 de febrero de 2012
CURIOSIDADES -9-
Diógenes, adepto de la vida espartana y de lo estrictamente necesario, vivía en una gran tinaja, iba con los pies desnudos y simplemente recubierto con un manto. Cuando iba de pedigüeño entre los transeúntes, pidiendo limosna, lo hacía primero debajo de las estátuas para acostumbrarse al rechazo. A su muerte, habiendo pedido que tirasen su cadáver a una fosa común como si se tratase de un perro, fue objeto de grandes funerales y sobre su tumba pusieron la escultura de un perro de mármol.
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