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martes, 10 de abril de 2012

ANONYMOUS o la Teoría Oxfordiana según Emmerich



ANONYMOUS
¿Quién se escondía tras Will Shakespeare?

De entre los muchos enigmas históricos que quedan por resolver satisfactoriamente, el del autor de sonetos y dramaturgo de Stratford-upon-Avon, William Shakespeare, ha vuelto a resurgir con más fuerza desde que Roland Emmerich, el director, guionista y productor de cine alemán afincado en Los Angeles (Stargate, Independence Day, Godzilla, El Patriota, El Día de Mañana, 10.000 A.C., 2012, entre otras...), abordó nuevamente el misterio que planea sobre él. Con su más que recomendable película "Anonymous" (2011), Emmerich da cuerpo a la teoría Oxfordiana: la que baraja que Will Shakespeare no fue más que el hombre de paja del 17º Conde de Oxford, Edward De Vere, un cultivado y cosmopolita aristócrata de rancio linaje y miembro de la corte de Elizabeth I, que prefería la pluma a la espada en una época en que estaba mal visto que un caballero se manchase los dedos con tinta en vez de hacerlo con sangre enemiga. Dada la predominancia del poderoso clan de los Cecil en los asuntos del reino, acérrimos protestantes puritanos y enemigos de cualquier manifestación cultural que se atreviera a satirizar el poder, Lord Oxford tuvo que actuar con cautela para que sus obras teatrales vieran la luz y dieran qué pensar a los ingleses de a pie, mientras satirizaba al Jefe del Consejo de la Reina, Sir William Cecil, Lord Burghley, y al sibilino jorobado de su hijo Sir Robert Cecil, 1er Conde de Salisbury, en sus dramas. Consciente de que la mayor parte de sus obras serían perseguidas por los Cecil, Lord Oxford tendrá que parapetarse tras un pendenciero actor de teatro con ínfulas de escritor y, ¿quién más indicado que ese presuntuoso aventurero y putero de Will Shakespeare, hambriento de fama y fortuna, para prestarse a esa suplantación? Shakespeare, supuestamente natural de Stratford-upon-Avon, hijo de un modesto guantero sin más cultura que la ciencia de su oficio, él mismo inculto, que tan solo dejó a sus igualmente incultas hijas su mejor cama y ninguna de sus supuestas obras teatrales, ... ¡ni siquiera un triste autógrafo!

Detalle de un retrato de William Shakespeare (1564-1616).

Retrato de Edward De Vere, 17º Conde de Oxford (1550-1604), a la edad de 35 años.


En el largometraje de Roland Emmerich (132 min.), se recrea a la perfección aquella época dorada que supuso para Inglaterra el reinado de Elizabeth I, amante del baile, de la música y del teatro, con sus claroscuros inquietantes: las conspiraciones políticas, los secretos de la reina sobre sus devaneos sentimentales, los celos y los rencores entre linajudos personajes y arribistas encumbrados, los enfrentamientos entre autores de teatro que se espían y denuncian ante la censura ... y un supuesto dramaturgo surgido de la nada que revoluciona los escenarios de Londres con obras tan polémicas como su "Ricardo III", y se ve mezclado en la rebelión de Lord Essex y de Lord Southampton, magistralmente aniquilada por el malicioso Sir Robert Cecil.

Retrato de Sir William Cecil, 1er Lord Burghley (1521-1598).

Retrato de Sir Robert Cecil, 1er Conde de Salisbury (1563-1612).


Los decorados son acertados, la ambientación idónea, el vestuario perfecto, pero el principio inaugurado con Derek Jacobi de prologuista y narrador de los hechos ocultos al gran público, es sensacional por su forma de llevarnos desde nuestra época a ese siglo isabelino en un solo abrir y cerrar de ojos, como quien corre una pintura fresca sobre un lienzo, saltando de una realidad a otra como Alicia. Sin embargo, Emmerich comete algunos errores voluntarios contra la cronología histórica, como la de "dejar con vida" a la esposa de Edward De Vere, la puritana y castradora hija de Lord Burghley, Anne Cecil, al final de la película cuando en realidad llevaba muerta desde 1588 y había sido reemplazada por Elizabeth Trentham en 1591: una mujer que se desenvolvía muy bien en temas jurídicos y comerciales, y que consiguió recuperar el viejo castillo ancestral de su arruinado marido, Hedhingham Castle, vendido entonces a Lord Burghley para constituír las dotes de sus tres hijas nacidas del primer matrimonio.

Retrato de la reina Elizabeth I de Inglaterra e Irlanda (1533-1603), realizado en 1592.


Hay también detalles "crujientes" sobre la vida privada de la soberana, cuando Lord Burghley alude al primer devaneo con embarazo incluído de Su Graciosa Majestad cuando tan solo contaba 16 años y no era nada más que una princesa, y sobre sus posteriores aventuras con nobles caballeros que dieron lugar a más bastardos sin precisar el número exacto. Entre ellos, Lord Oxford, que en su juventud fue amante de la reina y padre, sin saberlo, de uno de sus hijos ilegítimos (Henry Wriothesley, 3er Conde de Southampton), descubre horrorizado que él mismo es supuestamente hijo de la que fue, en su día, su amor por breve tiempo, como dejan suponer que Lord Essex también lo era, lo que no evita que éste acabe con su cabeza empalada en una pica de la Torre de Londres. Suposiciones, teorías y versiones oficiales se encuentran y entremezclan, con flashbacks de por medio, para crear una trama creíble a la par que asombrosa que conquista o indigna al espectador ducho en la materia.



Si los actores, en líneas generales, dan la talla y convencen en un grandioso decorado, Vanessa Redgrave no consigue superar a una predecesora en el papel de Elizabeth I como Helen Mirren, quien bordó al personaje en la archipremiada miniserie "Elizabeth I" de Tom Hooper (2007), con 3 Globos de Oro y 9 Premios Emmy.



En cualquier caso, y pasando por encima de las críticas contra ella injustamente vertidas, recomiendo el visionado y disfrute de esa sorprendente película de Emmerich que, además, os dará qué pensar sobre quién fue realmente William Shakespeare ¿un fraude?



"ANONYMOUS" (2011 / Gran-Bretaña & Alemania)

Director: Roland Emmerich / Año: 2011 / Guión: John Orloff / Género: Drama, Thriller Histórico / Duración: 132' / Actores: Rhys Ifans (Edward De Vere, 17º Conde de Oxford); Vanessa Redgrave (Elizabeth I); Joely Richardson (joven Elizabeth I); David Thewlis (Sir William Cecil, 1er Lord Burghley); Xavier Samuel (Henry Wriothesley, 3er Conde de Southampton); Edward Hogg (Sir Robert Cecil, 1er Conde de Salisbury); Rafe Spall (Will Shakespeare); Sebastian Armesto (Ben Jonson); Sam Reid (Lord Essex); Jamie Campbell Bower (joven Conde de Oxford); Derek Jacobi (prologuista, narrador).

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