"EL COMPLOT DEL CLAVEL"
El complot conocido como "del Clavel", tuvo lugar en la noche del 2 al 3 de septiembre de 1793, y fue organizado por el contrarrevolucionario Jean de Batz, el mismo que había prometido un millón de libras a quien salvase a la reina Maria-Antonieta de Austria. Desgraciadamente para la Viuda Capeto, el plan fracasó. Aquella tentativa frustrada sería, posteriormente, reprochada a la reina durante su juicio.
Retrato de Jean-Pierre de Batz, Barón de Sainte-Croix.
PARIS, Cárcel del Palacio de La Conciergerie, 28 de Agosto de 1793
Retrato del Caballero Alexandre Gonsse de Rougeville (1761-1814).
El miércoles 28 de agosto de 1793, Jean-Baptiste Michonis penetra en la celda de la reina Maria-Antonieta en compañía de un hombre de unos 36 años de edad, y de baja estatura. En la solapa de su casaca a rayas, el hombre luce dos magníficos claveles. Con solo ver al personaje, la reina le reconoce enseguida: es el caballero Alexandre Gonsse de Rougeville, el mismo que, durante la jornada del 20 de junio de 1792, la defendió del populacho.
La reina Maria-Antonieta de Austria en su celda de La Conciergerie, en 1793.
El Caballero de Rougeville se inclina ante la viuda de Luis XVI y, fingiendo un despiste, deja caer a los pies de ésta sus dos claveles, que contienen mensajes enrollados entre sus pétalos. El caballero, acompañado de Michonis, abandona poco después la celda y la reina puede leer estas palabras: "Tengo hombres y dinero."
Sin dudarlo un solo momento, responde con ayuda de un alfiler y le responde sobre otro trocito de papel: "Estoy estrechamente vigilada, no hablo con nadie, confío en vos, vendré."
Un cuarto de hora después, Rougeville reaparece con Michonis. Una conversación se establece. El caballero informa a la reina que volverá pasado mañana y que llevará consigo el dinero necesario para sobornar a los guardias. Parece ser que, en ese momento, Maria-Antonieta se emplea a fondo para "comprar" la complicidad del gendarme Jean Gilbert, quien se encarga de hacer pasar su mensaje al caballero de Rougeville.
Panorámica actual del vasto edificio antaño conocido como La Conciergerie o Palais de la Cité, en la Isla de La Cité de París, en medio del río Sena, y actual Palacio de Justicia.
Palacio de La Conciergerie: 30 de Agosto de 1793
Como prometió, el 30 de agosto, el caballero de Rougeville reaparece con Michonis en La Conciergerie, y ambos se entretienen con la reina abordando los detalles del plan elaborado para su evasión, que debe efectuarse la noche del 2 al 3 de septiembre. El matrimonio Richard, conserjes de la cárcel y una tal Marie Harel forman parte del secreto y aseguran su plena colaboración. Rougeville, por su parte, lleva encima 400 Luises de oro y 10.000 libras en asignados destinados a comprar a los guardianes de La Conciergerie.
Recreación de la diminuta celda de la reina Maria-Antonieta en la cárcel de La Conciergerie.
A pesar de la extrema debilidad que resiente la reina, agotada por sus contínuas pérdidas de sangre (sufría de un fibroma en el útero), se ponen de acuerdo para que, cuando escape, irá al castillo de Livry dónde le espera escondida Madame de Jarjayes y, desde allí, ambas partirán disfrazadas para refugiarse en territorio alemán.
La Noche del 2 al 3 de Septiembre
Retrato de la última reina de Francia, Maria-Antonieta de Austria (1755-1793), realizado durante su estancia entre los muros de La Conciergerie.
El asunto parece estar destinado a ser todo un éxito. A la hora fijada, la reina sale de su celda, atraviesa la sala donde se encuentran los gendarmes encargados de custodiarla, penetra en la conserjería del matrimonio Richard y pasa por dos estafetas. Aún queda una reja por cruzar y saldrá al patio de Mai y, a la calle. Sin embargo, atenazado por el miedo o la codicia de hacer pagar más cara su complicidad, Jean Gilbert impide a la reina cruzar la última puerta que la lleva a la libertad. Pese a sus súplicas y a las promesas de sus dos salvadores, Gilbert rehusa con obstinación abrirle la reja. Maria-Antonieta ve, de este modo, frustrada su última oportunidad de escapar a sus verdugos. El caballero de Rougeville y Jean-Baptiste Michonis tendrán que irse y el gendarme Jean Gilbert conduce nuevamente a su celda a la reina.
Para colmo de males, Jean Gilbert no mantendrá el pico cerrado. Por temor a que la tentativa de evasión fuera soplada a sus jefes, el gendarme, preocupado por su posición y su cabeza, redacta y envía un informe harto embarazoso a su superior más inmediato, el teniente-coronel Dumesnil. En él, denuncia tardíamente las artimañas de Michonis y del caballero de Rougeville. Peor aún: desvela que la reina le confió un papel escrito a base de punciones de alfiler, para que lo entregara a Rougeville. Para acabar de ser aún más vil, protesta argumentando que entregó dicho mensaje al conserje Richard. A la vista del informe, el teniente-coronel Dumesnil alerta enseguida al Comité de Seguridad General. Éste encarga a Jean-Pierre André Amar, secundado por el diputado Sevestre, acudir a La Conciergerie sin más dilaciones. Una vez allí, los dos miembros del Comité se introducen en la celda de la reina y la interrogan. Asediada por multitud de preguntas inquisitivas, Maria-Antonieta responde con evasivas, intentando por todos los medios evitar revelar nada que pueda incriminar a sus cómplices.
El caballero de Rougeville ha podido huír de París por los pelos y desvanecerse, pero Jean-Baptiste Michonis es arrestado y enviado a prisión (será posteriormente juzgado, encontrado culpable y guillotinado el 17 de junio de 1794, pero por otros motivos). En cuanto al matrimonio Richard, sospechoso de complicidad con la reina, serán cesados y expulsados.
16 de octubre de 1793: Maria-Antonieta, sentenciada a muerte, es conducida por los guardias hasta la carreta que la transportará hasta la Plaza de la Revolución, lugar de su ejecución.
El 16 de octubre de 1793, tras un ignominioso juicio, Maria-Antonieta de Lorena-Austria (como ella puntualizó ante sus jueces, y no como viuda de Luis Capeto), última reina de Francia y de Navarra, sube los peldaños del cadalso erigido en medio de lo que fue la Plaza de Luis XV, y es guillotinada a las 12 h. 15' del mediodía.
Interesante que traigas de nuevo a colacion este suceso historico.
ResponderEliminarbuena la historia... Me sirve para ayudar a una persona a quien le escribo en el FB.
ResponderEliminarTremenda historia, soy un admirador de Marìa Antonieta, me imagino sus terribles sufrimientos por los que tuvo que pasar, hasta ser guillotinada...!!!
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