El Conde-Duque de Olivares, valido del rey Felipe IV de España desde 1621, se encontró un día compartiendo carroza con otro importante personaje de la corte al que le confió un importante secreto. Sin embargo, el cochero les oyó hablar y, contra dinero contante y sonante, reveló a uno de los enemigos del valido ese "secreto" tan importante. En represalia por esa indiscreción, Olivares publicó una real ordenanza que quitaba a los cocheros su condición, rebajándoles a la categoría de postillón, lo que obligaba a éstos a conducir los caballos de los carruajes, ensillando a uno de los dos equinos que los encabezaban.
Anécdota de: Gaspar de Guzmán y Pimentel de Ribera y Velasco de Tovar, Conde-Duque de Olivares, G.E., 3er Conde de Olivares, 1er Duque de Sanlúcar la Mayor (1587-1645), político, valido de Felipe IV de España.
Magnífico y curioso dato, gracias
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