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jueves, 22 de octubre de 2015

CURIOSIDADES -195-

"Diamante con Mala Sombra?"



El diamante conocido como "El Gran Sancy" procedente de las minas de la India, con un peso de 55,23 quilates y tallado en forma de pera, entró en la historia occidental en 1476, cuando el Duque Carlos I "El Temerario" de Borgoña lo compró a un tal Louis de Berghem. Desde ese momento, empieza la supuesta maldición cobrándose a su primera víctima y poseedor. En 1477, ante los muros de la ciudad asediada de Nancy, en Lorena, encontrará la muerte Carlos I de Borgoña, cuyo cadáver sería encontrado totalmente despojado de sus ropas, armadura y joyas, y medio devorado por los lobos. El famoso diamante, obviamente, ha desaparecido pero el año anterior, ya que lo perdió en el curso de la batalla de Morat. En posesión de un mercenario suizo, éste lo vende por un puñado de florines y pasa de mano en mano hasta ser adquirido por el rey de Portugal, en cuyo inventario es señalado en 1489. Los monarcas lusos acabarían por empeñarlo y perderlo a manos de sus acreedores.

 
Retrato del Duque Carlos I "El Temerario" de Borgoña (1433-1477)
 
 
1 de Agosto de 1589: asesinato del Rey Enrique III de Francia.
 

Reaparece casi 100 años después, en 1570, en manos del gentilhombre Nicolas Harlay de Sancy, a quién se debe el nombre del diamante. El rey Enrique III de Francia llevará encima ese diamante, considerado el más grande y bello del mundo, pero no lo adquirirá por tener un precio demasiado elevado; sencillamente se lo devuelve después de lucirlo. Enrique III moriría asesinado en 1589 por un monje fanático.
Propuesto al rey Enrique IV, su adquisición no fragua: su precio es exorbitante. Sin embargo, a imagen y semejanza de su primo y predecesor en el trono galo, también moriría apuñalado en plena calle por un tal Ravaillac en 1610. Supongo que a raíz de esas tres muertes violentas, es cuando empieza la dudosa fama de piedra maldita del Gran Sancy.

 
14 de Mayo de 1610: el Rey Enrique IV de Francia muere apuñalado.
 
 
30 de Enero de 1649: el Rey Carlos I de Inglaterra y Escocia es decapitado en Londres.
 

La piedra con tanta mala sombra es, por fin, vendida en 1604 al rey Jacobo I de Inglaterra, y su hijo el nuevo rey Carlos I será posteriormente la víctima Nº4 del Gran Sancy: destronado por la revolución, muere decapitado en enero de 1649. Es su consorte y viuda, la reina Enriqueta María de Francia quién, para saldar sus deudas en el curso de su exilio francés, lo cede al Duque d'Epernon en 1647 y éste es adquirido una década después por el gran amateur de piedras preciosas, el Cardenal Mazarino, en 1657. En 1661, el Gran Sancy forma parte de los 17 famosos diamantes de la colección del cardenal heredados por el rey Luis XIV, y estimado en 600.000 libras. Desde ese momento, el entonces más bello diamante del mundo occidental forma parte de las Joyas de la Corona Francesa. Tanto el Rey Sol como su biznieto parecen escapar a su maldición. Ambos mueren en sus respectivas camas tras largos reinados. Podemos incluir en esta lista de suertudos a sus anteriores poseedores.

 
1722: Luis XV de Francia estrena una nueva corona cuajada de gemas preciosas para su coronación en la catedral de Reims. El diamante El Regente figura en la parte frontal de la diadema, mientras que El Gran Sancy remata ésta ornando la flor de lis.


En 1722, será engarzado en la flor de lis que corona, y aquí valga la redundancia, la corona del rey Luis XV realizada para su coronación en la catedral de Reims. Sin embargo, el Gran Sancy es eclipsado por El Gran Pitt rebautizado como El Regente, un diamante de mayor tamaño, diferente talla y de reciente adquisición.

 
21 de Enero de 1793: el Rey Luis XVI de Francia es guillotinado.
 
 
16 de Octubre de 1793: la Reina María-Antonieta de Austria es guillotinada.
 
 
10 de Mayo de 1794: la Princesa Elisabeth de Francia es guillotinada.
 
 
La piedra de tan siniestros fulgores sigue encontrándose en el inventario de los Diamantes de la Corona Francesa en 1775, al figurar también engarzada en la pieza que remata la corona del rey Luis XVI. Su esposa María-Antonieta de Austria lo llevará repetidas veces en las grandes ocasiones y es compartida con la Princesa Elisabeth de Francia, su cuñada. Derrocados por la revolución, tanto Luis XVI como su esposa y su hermana son guillotinados en 1793 y 1794. Luis XVII, el delfín, muere o desaparece en extrañas circunstancias en 1795. En cualquier caso, y desde 1792, el Gran Sancy ha desaparecido junto a otro montón de diamantes tras el sonado robo de las Joyas de la Corona perpetrado en París. Reaparece en Madrid en 1794, en manos del rey Carlos IV de España y de su esposa Maria-Luisa de Parma, cuyas alhajas también serán "robadas" por el favorito Godoy y su amante Pepita Tudó a inicios del siglo XIX.

 
Retrato del Príncipe Carlos Fernando d'Artois, Duque de Berry (1778-1820), sobrino del Rey Luis XVIII de Francia; asesinado el 14 de Febrero de 1820.


Su víctima Nº8 es el Príncipe Carlos Fernando de Artois, Duque de Berry, quién, tras haberlo llevado encima, muere apuñalado en 1820 a manos de un tal Louvel a la salida de la ópera. Su hijo, el futuro Enrique V, presunto heredero del trono moriría en el exilio bajo el título de Conde de Chambord.

En 1828, el diamante es adquirido por el Príncipe Demidov, un aristócrata ruso. El capricho le cuesta nada menos que 100.000 francos. De Rusia irá a parar a su tierra natal, la India, cuando un maharajá indio lo adquiere por 100.000 libras Esterlinas.


 
Retrato fotográfico del Maharajá Bhupendra Singh de Patiala (1891-1938).


Nueva posesión del Maharajá de Patiala, el Gran Sancy no parece tampoco traerle suerte. Tras los sucesivos suicidios de casi todos los miembros de su familia, éste pierde la razón y acaba loco de atar. Sus herederos se desharán del diamante y será comprado por un millonario norteamericano naturalizado británico, William Waldorf Astor, 1er. Lord Astor. La hermosa gema será lucida por su nuera, Lady Astor, quien lo manda engarzar en su diadema. Ésta muere tranquilamente en 1964, sin sufrir aparentemente maldición alguna. La piedra sería posteriormente vendida por sus herederos al Gobierno Francés por la friolera de 1 millón de francos.

 
Nancy Witcher Langhorne, 2ª Vizcondesa Astor (1879-1964).


De vuelta a Francia en 1976, el Gran Sancy vuelve a manos del Estado Francés y es depositado junto a otros importantes diamantes de la Corona en el Museo del Louvre, para reintegrar su antiguo puesto entre las piedras más preciadas expuestas en la Galería de Apolo. Desde entonces, parece ser que el famoso diamante ha cesado de sembrar la desgracia a su alrededor, pero la leyenda negra persiste: tiene en su haber a más de 20 víctimas, dato exageradísimo y sensacionalista, sea dicho de paso.

  

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