Esta anécdota la contó el Conde Félix de France d'Hézecques (1774-1835), que fue paje del rey Luis XVI de Francia en Versailles:
Un día en que Luis XVI se retiró a su excusado para desahogarse sobre su silla horadada, no cayó en la cuenta que en su agujero se había escondido un gato para dormir la siesta. Se bajó pues los calzones y se sentó sin mirar y, cuando empezó a hacer sus deposiciones, sintió de repente cómo se clavaban como mil agujas, en sus nalgas y genitales, las zarpas del felino enloquecido. Tal fue el susto y el dolor del rey, que pegó éste un bote, gritó y empezó a correr por su aposento con los calzones por los tobillos, agarrándose como un loco a todas las campanillas para que vinieran los criados a su socorro. El endiablado gato, comprensiblemente enfurruñado y erizado, salió zumbando del retrete arrasando con todo, tirando jarrones de porcelana y candelabros, en busca de una salida para huir.
La accidentada experiencia del monarca con el felino y de cómo le encontraron, divirtió tanto a su paje que no faltó en consignarla en sus memorias.
Anécdota de: Luis XVI, Rey de Francia y de Navarra (1754-1793).
Con razón a este caballero no le gustaban los gatos...
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ResponderEliminarEste caballero era amante de los perros,especialmente los caniches (poodles.)
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