Un día en que el rey Jorge III de Gran-Bretaña se paseaba por los establos de su vasto castillo de Windsor, se topó con un jovencísimo trabajador al que no conocía. Le preguntó cual era su cometido y cuánto ganaba por ello. El niño contestó al monarca:
-"Mi trabajo consiste en ayudar en los establos y por ello tan solo me dan de comer y ropa para vestirme."
-"Pues considerate feliz, chico. ¡Yo no tengo mucho más!" sentenció el rey.
Anécdota de: Jorge III, Rey de Gran-Bretaña e Irlanda, Elector de Hannover (1738-1820).
No hay comentarios:
Publicar un comentario