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domingo, 3 de julio de 2011

HISTORIA DE LOS PRÍNCIPES DE MÓNACO

HISTORIA DEL PRINCIPADO DE MÓNACO A TRAVÉS DE SUS SOBERANOS



MÓNACO & LOS GRIMALDI


El Principado de Mónaco, cuya superficie no rebasa el 1,5 Km cuadrado, es actualmente una estrecha franja de tierra en la Costa Azul Francesa que se llamaba antiguamente Fraxinetum, y era un famoso nido de piratas sarracenos hasta finales del siglo X D.C. Desde entonces, los numerosos promontorios escarpados que recorren la costa, incitaron a una turbulenta nobleza a edificar castillos fortificados. En el siglo XII, el emperador Federico I "Barbarroja" concedió a la República de Génova algunos derechos sobre el litoral próximo a Niza. Entre las primeras familias de Génova se encontraba la de los Grimaldi, cuyos miembros se interesaron por el excelente puerto que constituía Mónaco, y por el cabo rocoso que lo dominaba.

Retrato de Raniero I Grimaldi, Señor de Gagnes (1297-1301)


En 1297, Francesco Grimaldi puso los ojos sobre Mónaco y decidió establecerse allí permanentemente. Según la tradicional leyenda, Francesco y sus hombres habían conseguido introducirse en el castillo de Mónaco, disfrazados de monjes franciscanos y, mediante ese engaño, se hicieron con la plaza fuerte. De ahí que dos monjes franciscanos sean representados sosteniendo el escudo de armas de Mónaco, escudo que no es otro que el de la familia Grimaldi...


Retrato de Luciano I Grimaldi, Señor de Mónaco entre 1505 y 1523.

Carlos I de Mónaco (fallecido en 1363), fue un almirante al servicio de Francia y lanzó un ataque sobre Southampton en 1339. Presente en la batalla de Crécy, se hizo expulsar de Mónaco por el jefe genovés Simón Boccanegra. Su hijo, Rainiero II de Mónaco, señor de Menton, recuperó la plaza y estipuló mediante testamento que toda futura heredera de Mónaco debería casarse con otro Grimaldi para mantener la posesión monegasca en el seno de la familia. De hecho, su nieta y heredera, Claudina (fallecida en 1515), cedió ante las instancias de su primo Lamberto Grimaldi, señor de Antibes, al término de una terrible competición entre pretendientes a su mano (y a su herencia monegasca). De los 3 hijos habidos del matrimonio de Claudina y Lamberto, Juan II y Luciano murieron asesinados en 1505 y 1523 respectivamente, siendo el tercer hermano Agustín, entonces obispo de Grasse, el que recibiera las riendas del gobierno monegasco hasta su muerte en 1532.

Ya desde el siglo XV, Mónaco asentaba lentamente su independencia: en 1489, los duques de Saboya declararon la señoría monegasca libre de cualquier obligación y deber hacia otro señor feudal. En 1512, el mismísimo rey de Francia reconocía la independencia de Mónaco, con Luciano -asesinado en 1523-, quien se apresuró en acuñar moneda propia. En 1525, Carlos V de Austria, emperador Romano Germánico y rey de España, reconocía jurídicamente la soberanía de los Grimaldi sobre Mónaco a favor de Agustín, obispo de Grasse, y a quien rindió años más tarde una visita oficial.

Retrato de Honorato II Grimaldi, 1er Príncipe de Mónaco entre 1612 y 1662, 1er Duque de Valentinois y Par de Francia en 1642.


Honorato I de Mónaco, hijo de Luciano, combatió en el asedio de Malta y participó en la batalla de Lepanto contra los Turcos. El nieto de éste, Honorato II, rechazó la protección española prefiriéndole a ésta la francesa. Fue el primer Grimaldi en olvidar su apellido en los documentos oficiales, y a darse el título de "príncipe" en 1612. En 1642, Luis XIII de Francia le concedió el título de duque de Valentinois y Par de Francia.

Retrato de Luis I, Príncipe de Mónaco entre 1662 y 1701, según De Troy.


Luis I de Mónaco (1642-1701), nieto y sucesor de Honorato II en 1662, fue finalmente reconocido príncipe soberano por Luis XIV de Francia -su padrino-, en 1688, habiendo contraído matrimonio -en 1660- con Carlota Catalina de Gramont (1639-1678), segunda hija del mariscal-duque Antonio III de Gramont y de Margarita du Plessis-Chivré (sobrina del Cardenal de Richelieu).

Retrato del Príncipe Antonio I de Mónaco, último representante varón de la Dinastía Grimaldi, según H. Rigaud.


Antonio I de Mónaco (1661-1731), hijo de los anteriores, encontró esposa en la fecunda Casa de Lorena en 1688, casándose con la princesa María de Lorena-Harcourt-Armagnac (1674-1724), y de la cual tan solo obtuvo hijas. En 1715, Jaime de Goyon-Matignon, Conde de Thorigny (1689-1751) y jefe de una antigua familia de Bretaña (la alianza entre los Goyon y los Matignon se había realizado en el año 1200), se declaró dispuesto a renunciar a su nombre y a sus armas para tomar las de los Grimaldi y desposar a la princesa heredera Luisa-Hipólita de Mónaco (1697-1731). La princesa heredera fallecería poco tiempo después de su padre, y Jaime I de Mónaco, su viudo, gobernó el principado durante dos años antes de abandonarlo para llevar una mundana y lujosa vida en París.

La Familia de los Duques de Valentinois. El pintor francés Gobert representa a la heredera monegasca, la Princesa Luisa-Hipólita de Mónaco, Duquesa de Valentinois, junto a su marido Jacques de Goyon-Matignon, Conde de Thorigny, -Duque de Valentinois por matrimonio- y sus cuatro hijos.


Retrato del Príncipe Honorato III de Mónaco (1720-1795), soberano monegasco entre 1733 y 1793, según el pintor francés Louis Tocqué.


Honorato III de Mónaco (1720-1795), hijo y sucesor de los precedentes, asumió el gobierno del principado en 1733, y también encontró una rica heredera con la que casarse, María-Catalina de Brignole-Sale (1737-1813), hija del marqués Gian Brignole-Sale, Dogo de Génova. Pero ésta, acabó por abandonarle (se divorció en 1770) para pasar la mitad de su existencia con el príncipe Luis V de Condé -primo del rey de Francia-, y con el cual acabaría casándose tras una relación sentimental larga de 48 años.

Retrato del Príncipe Honorato IV de Mónaco (1758-1819).


En 1793, el principado monegasco desapareció por un tiempo, incorporado por los revolucionarios franceses al departamente de los Alpes-Marítimos. Con la Restauración de los Borbones en 1814, Honorato IV de Mónaco (1758-1819) recuperó su principado aunque se encontraba demasiado enfermo como para asumir el gobierno. Su esposa, Luisa-Felicidad de Aumont-Mazarin (1759-1826), le había aportado como dote el ducado de Mazarin y una gran fortuna, pero se había divorciado posteriormente en 1798, para contraer otro matrimonio.

Retrato del Príncipe Honorato V de Mónaco (1778-1841)


El hijo de ambos, Honorato V (1778-1841), había entrado al servicio del emperador Napoleón I, siendo Gran Caballerizo de la emperatriz Josefina de Beauharnais, y creado "barón del Imperio". En 1816, fue obligado a rendir homenaje al Rey de Cerdeña y Piamonte por los territorios limítrofes de Menton y de Roquebrune. Sin embargo, y ya antes de los inicios del siglo XIX, el principado monegasco se había empobrecido, cayendo en la incapacidad de encontrar fuentes de ingresos suficientes para su supervivencia.


Retrato del Príncipe Carlos III de Mónaco, soberano entre 1856 y 1889.

Gracias a Carlos III de Mónaco (1818-1889), sobrino de Honorato V y sucesor de su padre Florestan I desde 1856, tuvo una idea brillante cuando en 1863 ofreció la concesión de los "baños de mar" y la autorización de fundar un casino a Louis Blanc, muy a pesar de la oposición del gobierno francés. Si bien cedió sus territorios de Menton y Roquebrune a Francia en 1861, Carlos III inauguró para su pequeño Estado, una prosperidad siempre palpable, además de poner Mónaco de moda entre la alta sociedad europea de la época. En 1858, había fundado la Orden de San Carlos cuyo collar es reproducido rodeando el escudo de armas del principado.

Carta Geográfica con las delimitaciones del Principado de Mónaco antes de 1861.



Su hijo y sucesor, Alberto I (1848-1922), especialista en biología marina, hizo construir el Museo Oceanográfico de Mónaco. Su matrimonio con la hija del duque de Hamilton fue un fracaso que se tradujo en divorcio en 1880, y del cual tan solo obtuvo un hijo: Luis. Nueve años más tarde contraería nuevamente matrimonio con la viuda del duque de Richelieu, Mary-Alice Heine, hija de un banquero norteamericano de origen alemán afincado en Nueva Orléans y en París. Para colmo de males, la principesca pareja tampoco se llevó bien; ésta obtuvo el divorcio en 1902, y el príncipe heredero Luis manifestó su deseo de no contraer matrimonio, lo que provocó una crisis de Estado ya que la sucesión de Mónaco recaía sobre el súbdito alemán duque de Urach -miembro de la Casa Real de Württemberg-, un hecho que desagradaba al Gobierno Francés. La crisis dinástica fue finalmente solucionada en 1911 con la llegada de una hija natural del príncipe heredero, Carlota, concebida en el Norte de África con la señorita Julieta Louvet.

Retrato de la Princesa Carlota de Mónaco, Duquesa de Valentinois (1898-1977), según Philip Alexius Lászlo de Lombos en la década de 1920 (Colección Palacio de Mónaco).

Legitimada en 1919, y reconocida como heredera de Mónaco, Carlota Grimaldi (1898-1977) recibió el título de duquesa de Valentinois, y casaría en 1920 con el conde Pierre de Polignac, súbdito francés. Aunque la unión de Carlota no resultó afortunada, tuvo dos hijos: Antonieta, baronesa de Massy (1920) y el futuro Rainiero III (1923), lo cual aseguraba la sucesión dinástica.



En 1922, Luis II de Mónaco subía al trono monegasco -reinado 1922-1949-, habiendo servido previamente en las filas del Ejército Francés durante la Primera Guerra Mundial de 1914-1918, mientras que su nieto y sucesor, Rainiero III, participaría en la Segunda Guerra Mundial bajo las órdenes del general francés De Lattre De Tassigny. Desde el fallecimiento de su abuelo en 1949, Rainiero III asumió el gobierno de Mónaco y, de su matrimonio con la malograda actriz americana Grace Kelly (1929-1982), nacieron dos hijas y un hijo: Carolina (1957), Alberto (1958) y Estefanía (1965).


Retrato de la Princesa Grace de Mónaco (1929-1982), realizado en 1977 por el pintor español Macarrón; nacida Grace Patricia Kelly y más conocida en la década de los 50 como Grace Kelly, actriz y estrella de Hollywood que, en 1956, renunció a su brillante carrera cinematográfica para casarse con el Príncipe Rainiero III de Mónaco.



Sin embargo, y pese al silencio oficial impuesto por Rainiero III de Mónaco durante su reinado (1949-2005), sus derechos dinásticos se vieron seriamente discutidos por los representantes de la Casa Ducal de La Force, que esgrimieron con no poca legitimidad sus derechos al trono monegasco habiendo ya formalmente protestado ante el Gobierno Francés por la solución dinástica adoptada en 1919, al legitimar a la hija natural de Luis II de Mónaco, para asegurar la continuidad de los Grimaldi y evitar que la herencia recayera sobre los alemanes duques de Urach (miembros morganáticos de la Casa Real de Württemberg), los cuales acabaron por renunciar a sus derechos sobre el principado a favor de los marqueses de Chabrillan y de los duques de La Force, que venían a ser los pretendientes legítimos en segundo lugar...

1 comentario:

  1. Excelente información.. el Honorato III de Monaco que se unió a Maria Brignole . es lo que buscaba. descendientes de Brignole de Genova...Gracias.

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