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sábado, 11 de junio de 2016

CURIOSIDADES -206-

"A Rey Gordo, Rey Puesto"



Sancho I, rey de León entre 956 y 958, y luego entre 960 y 966, es de esos monarcas que reinó dos veces, como Felipe V de las Españas, pero no por los mismos motivos. Si Felipe V, tras abdicar la corona en su primogénito, tuvo que volver a coger el cetro por la inesperada muerte de éste y la extrema juventud del otro hijo menor, en el caso del rey leonés fue muy distinta la circunstancia.

Sancho I era un tragaldabas de cuidado. Su dieta era tan hipercalórica, que llegó a pesar la friolera de 240 kgs.; de ahí su apodo de Sancho "el Craso" o, dicho más claramente, "el Gordo". Tan seboso se tornó, que perdió el respeto de sus súbditos y nobles castellano-leoneses, y un buen día fue buenamente "relevado" de sus funciones para ser reemplazado por su primo Ordoño IV. Destronado, Sancho acudió a su abuela para solicitar su ayuda y ésta, hizo lo propio contactando al califa cordobés Abderramán III para solicitar los servicios de su médico personal, habiéndose hecho eco de la fama de éste, pidiendo que le proporcionase un remedio eficaz para acabar con la gordura de su nieto. La "ayuda" musulmana tuvo su precio: la cesión de un puñado de plazas en las riberas del Duero como pago. Cierto o no, las crónicas aseguran que Sancho viajó hasta Córdoba, donde se vio retenido entre cuatro paredes, cual prisionero, y sometido a una dieta tan drástica como cruel: le cosieron los labios para que no pudiera ingerir nada sólido en 40 días, y tan solo le proporcionaron regularmente una infusión de hierbas medicinales para que no se deshidratara en el proceso. El bestial remedio dio sus frutos: perdió 120 kgs. y, poco después, pudo recuperar su trono con la combinada ayuda militar musulmana y pamplonesa.

Seis años después, y como involuntario precursor del cuento de Blancanieves, Sancho I moría envenenado tras ingerir una manzana ofrecida por un tal Conde Gonzalo, que sigue siendo aún un noble sin identificar por los historiadores al obviarse su patronímico en las crónicas.

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