"Locura por las pelucas"
El siglo XVIII estuvo muy marcado por las modas y, sobretodo, por la importancia del peinado. París, capital del buen gusto y de la innovación en esa materia, se llenó de peluquerías y boutiques de pelucas en cuyos escaparates se exponían las novedades de temporada, inspiradas en batalles navales, en la naturaleza, flora y fauna ... Las damas y caballeros se apiñaban en esas lujosas boutiques y a menudo se peleaban por tener su propio peluquero. La demanda de esos profesionales no hacía más que aumentar a medida que avanzaba el siglo y se multiplicaban las excentricidades. El más famoso de entonces fue Léonard, peluquero de la reina María-Antonieta de Francia.
En 1780, se censaban en la capital francesa nada menos que 1.200 peluqueros profesionales!
El siglo XVIII estuvo muy marcado por las modas y, sobretodo, por la importancia del peinado. París, capital del buen gusto y de la innovación en esa materia, se llenó de peluquerías y boutiques de pelucas en cuyos escaparates se exponían las novedades de temporada, inspiradas en batalles navales, en la naturaleza, flora y fauna ... Las damas y caballeros se apiñaban en esas lujosas boutiques y a menudo se peleaban por tener su propio peluquero. La demanda de esos profesionales no hacía más que aumentar a medida que avanzaba el siglo y se multiplicaban las excentricidades. El más famoso de entonces fue Léonard, peluquero de la reina María-Antonieta de Francia.
En 1780, se censaban en la capital francesa nada menos que 1.200 peluqueros profesionales!
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