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miércoles, 13 de marzo de 2013

LA CABEZA DE ENRIQUE IV: un misterio resuelto

LUIS XIV SÍ FUE EL HIJO LEGÍTIMO DE LUIS XIII
 
 

Las viejas teorías y los rumores persistentes sobre la presunta bastardía del rey Luis XIV de Francia ya no tienen aval alguno que pueda, por más tiempo, darles crédito entre los hambrientos de regios chismes y aficionados a la pequeña historia que se cuece entre bambalinas. El año 2013 ha dado una estocada mortal al tan cacareado orígen espúreo del Rey-Sol, y todo gracias a la prueba de ADN llevada a cabo en un laboratorio de Barcelona por encargo de un médico forense y un historiador franceses.

 
Cotejo entre un retrato del rey Enrique IV de Francia y su calavera autentificada./ Abajo, reconstrucción virtual en 3D del verdadero rostro de Enrique IV.
 
 


Todo empezó con el redescubrimiento de la calavera momificada del rey Enrique IV de Francia y de Navarra en 2010, de manos del médico forense y paleopatólogo Philippe Charlier. El descubrimiento de la regia calavera en manos de un coleccionista, ampliamente publicitada en Francia, llevaron al Dr. Charlier y al escritor Jean-Pierre Babelon, el mejor biógrafo del rey Enrique IV, a anunciar que por fín tenían entre manos a la auténtica, la que se tenía por desaparecida desde que los revolucionarios profanaran su sepultura y decapitaran su cadáver en 1793. Desde ese momento, empezó la larga travesía de la investigación científica: Charlier quería cotejar el ADN de la calavera real con una reliquia de su descendiente guillotinado Luis XVI, y que consistía en un pañuelo empapado en la sangre del mártir el día de su ejecución (21 de enero de 1793), celosamente guardado en una colección privada. Tras dos pruebas no concluyentes por culpa de las partículas de plomo procedentes del ataúd original de Enrique IV, una tercera llevada a cabo en un laboratorio de Barcelona despeja todas las dudas sobre la identidad de la calavera y, de rebote, sobre la filiación legítima entre el primer rey Borbón y su descendiente Luis XVI al coincidir ambos ADN's (separados por 7 generaciones).



Dado el éxito de la prueba científica del ADN entre ambas reliquias, que certifica el innegable parentesco de los dos monarcas, se ha esclarecido de repente muchos otros puntos oscuros que aún pesaban sobre los descendientes de Luis XIII y Ana de Austria: Luis XIV es realmente el hijo de ambos y no el fruto de un supuesto desliz de la infanta española con algún que otro cortesano francés, como se aventuraron no pocos historiadores en sugerir.
 

2 comentarios:

  1. Oh muchas gracias, apenas vi esté articulo y me parecía muy intrigante, más por lo que se decía de las aventuras e inclinaciones que tuvo Luis XIII con personas de su mismo sexo y que tardo tiempo en darle a la infanta el primer hijo

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  2. Lo sabía, lo sabía, gracias, mil gracias, por cierto el primer retrato el del Rey Sol? Honor a Luis XVI, el mártir!

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