Hace ya 1.200 años que el célebre queso de Roquefort posee sus cartas de nobleza. A su regreso de la Marca Hispánica, el emperador franco de Occidente, Carlomagno, lo probó in situ y le gustó tanto que exigió que se le enviara anualmente varias cajas de este queso a su corte de Aquisgrán. De este modo, el roquefort se convirtió en el queso imperial por excelencia.
¿Has pensado alguna vez cuantas historias se esconden tras un retrato? Pues ésas son las que componen lo que llamamos "Historia".
domingo, 8 de enero de 2012
CURIOSIDADES -2-
Hace ya 1.200 años que el célebre queso de Roquefort posee sus cartas de nobleza. A su regreso de la Marca Hispánica, el emperador franco de Occidente, Carlomagno, lo probó in situ y le gustó tanto que exigió que se le enviara anualmente varias cajas de este queso a su corte de Aquisgrán. De este modo, el roquefort se convirtió en el queso imperial por excelencia.
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