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viernes, 17 de junio de 2016

CURIOSIDADES -207-

"Premios Inadmisibles"



Aunque parezca mentira, los dos dictadores que flirtearon y luego se ensarzaron en una lucha a muerte durante la IIª Guerra Mundial, Adolf Hitler y Iosif Stalin, fueron en su día propuestos como candidatos al Premio Nobel de la Paz. El canciller y führer alemán fue propuesto en 1939, por un tal Brandt, miembro del Parlamento Sueco. Pero su propuesta no fue tomada en serio.
Por lo que toca al Nº1 del Partido Comunista de la República Soviética, su candidatura fue barajada en 1945 y en 1948, por sus esfuerzos en poner un punto y final a la contienda mundial. Tampoco tuvo éxito al iniciarse la llamada "Guerra Fría".
Recordemos, como puntilla final a esa curiosidad histórica, que ambos líderes llevaron a la muerte a 40 millones de personas.

sábado, 11 de junio de 2016

CURIOSIDADES -206-

"A Rey Gordo, Rey Puesto"



Sancho I, rey de León entre 956 y 958, y luego entre 960 y 966, es de esos monarcas que reinó dos veces, como Felipe V de las Españas, pero no por los mismos motivos. Si Felipe V, tras abdicar la corona en su primogénito, tuvo que volver a coger el cetro por la inesperada muerte de éste y la extrema juventud del otro hijo menor, en el caso del rey leonés fue muy distinta la circunstancia.

Sancho I era un tragaldabas de cuidado. Su dieta era tan hipercalórica, que llegó a pesar la friolera de 240 kgs.; de ahí su apodo de Sancho "el Craso" o, dicho más claramente, "el Gordo". Tan seboso se tornó, que perdió el respeto de sus súbditos y nobles castellano-leoneses, y un buen día fue buenamente "relevado" de sus funciones para ser reemplazado por su primo Ordoño IV. Destronado, Sancho acudió a su abuela para solicitar su ayuda y ésta, hizo lo propio contactando al califa cordobés Abderramán III para solicitar los servicios de su médico personal, habiéndose hecho eco de la fama de éste, pidiendo que le proporcionase un remedio eficaz para acabar con la gordura de su nieto. La "ayuda" musulmana tuvo su precio: la cesión de un puñado de plazas en las riberas del Duero como pago. Cierto o no, las crónicas aseguran que Sancho viajó hasta Córdoba, donde se vio retenido entre cuatro paredes, cual prisionero, y sometido a una dieta tan drástica como cruel: le cosieron los labios para que no pudiera ingerir nada sólido en 40 días, y tan solo le proporcionaron regularmente una infusión de hierbas medicinales para que no se deshidratara en el proceso. El bestial remedio dio sus frutos: perdió 120 kgs. y, poco después, pudo recuperar su trono con la combinada ayuda militar musulmana y pamplonesa.

Seis años después, y como involuntario precursor del cuento de Blancanieves, Sancho I moría envenenado tras ingerir una manzana ofrecida por un tal Conde Gonzalo, que sigue siendo aún un noble sin identificar por los historiadores al obviarse su patronímico en las crónicas.

Cita de la Semana



"Los cortesanos son unos pobres enriquecidos por la mendicidad."

Frase de: Sébastien Roch Nicolas de Chamfort (1741-1794), académico y escritor.