LA CATALANOFOBIA CASTELLANA EN EL SIGLO XV
¡VIEJO CATALANOTE, VUELVE A TU TIERRA!
Escribo esto en castellano con la intención de que sea leído por castellanos que han sido educados en el odio hacia lo catalán. Como valenciano catalanoparlante, he sido víctima en reiteradas ocasiones de rechazo, insulto o violencia por parte de indeseables que me tomaban por catalán por hablar en mi lengua a mi mujer en diferentes lugares de esta España que tanto nos quiere. Este fenómeno se inició hace siglos y no cesa, al contrario.
En 1504 murió Isabel I y Fernando fue expulsado ignominiosamente de Castilla acusado de viejo catalanote. Así, a pesar de su ideal de la unidad del reino, a pesar de provenir de una dinastía castellana, la Trastámara, la nobleza lo vio como un extranjero en Castilla.
¿Quién será este viejo CATALANOTE? Pues Fernando el Católico. Nos han mentido descaradamente. Sucedió, al morir la reina, que los castellanos, que ya odiaban a Fernando el Católico por catalán, no querían ser gobernados en solitario por él en calidad de Regente y eso que fue rey de Castilla desde 1474 hasta 1504, es decir, en compañía de Isabel. Preferían a un flamenco – lo que hoy es Bélgica y Holanda – Felipe el Hermoso, antes que a un catalán. Como dijo el profesor Aranguren, Castilla siempre ha odiado a los catalanes como los turcos a los kurdos o los árabes a los beréberes. No cabe ningún tipo de unidad. Un pueblo odiado por otro no puede tener trato con él. Cada uno por su cuenta.
A todo esto, nos han mentido sobre el sentido de
Tanto Monta. Han falsificado, ellos, libros durante décadas o siglos. Quieren hacernos creer que la frase completa va en la dirección de que ambos monarcas eran igualmente efectivos en ambos territorios – Castilla y Aragón – y que con ellos se consigue eso que todos los días nos repiten:
la unidad de España. Los RRCC nunca fueron
Reyes de España. En aquella época
España no era un ente político, sino una referencia geográfica que se correspondía con la Hispania romana y que albergaba tanto Portugal como una parte del norte de África. La frase completa e4s esta:
Tanto monta cortar como desatar. ¿Qué significa realmente?
Tanto Monta que figura en el escudo de los RRCC queda completa así:
Tanto monta cortar como desatar, señalando que los medios utilizados para resolver un problema no son importantes frente a la solución de este. Se trata de la divisa alusiva a la persona que lo usaba: Fernando el Católico. Su divisa personal consistía en la representación del nudo gordiano atado al yugo, cortado, acompañado del mote
tanto monta. Nada que ver ni con España ni menos aún con su unidad por mucho que se hayan empeñado y mentido desde posturas españolistas que falsean la realidad.
En este sentido – el que le dan falsamente los españolistas – es falso que
montaran igual. Mientras Isabel tan solo era reina de Castilla, Fernando lo era de Castilla y Aragón,
el único rey común de todos los territorios: Catalunya, València, Aragón, Castilla, Sicilia, Cerdeña, etc.
era el conde de Barcelona, Fernando el Católico. Isabel no tenía ninguna jurisdicción fuera de Castilla. De hecho, en un cuarto de siglo tan solo pasaron tres años en territorio catalano-aragonés.
Unidad de España… Más mentiras. Cuando muere Isabel la Católica,
la nobleza castellana que odiaba a Fernando por su origen y acento le atacó para que se fuera de Castilla. El se fue para evitar una guerra. Escrito está. Le dijeron:
VIEJO CATALANOTE, VETE A TU TIERRA! Esto lo silencia la historiografía españolista. Los castellanos consideraban extranjero al
CATALANOTE y prefirieron a un flamenco como dije, Felipe el Hermoso y a una castellana loca, Juana.
Como el
CATALANOTE ya tenía bastante con su imperio mediterráneo y sus disputas con Francia, lo dejó estar. El Hermoso muere, la mujer loca, así que le piden a Fernando que vuelva a título de regente. Lo hizo pero sin quedarse apenas en Castilla. Casó con Germana de Foix y pasó poco tiempo en Castilla ya que estaba metido en disputas con Francia por el control de Navarra y de Italia. Castilla fue muy desagradecida a Fernando, que fue un
excelente rey de Castilla. Sin él, la guerra civil castellana hubiera tenido otro resultado. La Beltraneja y su bando hubieran sido los ganadores y Castilla no se hubiera unido a Aragón sino a
Portugal, que también era parte de esa España geográfica a la que se quiere confundir con la política.
Dado que Fernando era el señor de todos los territorios, incluyendo Castilla, pensaba en
unificar todo el reino, pero los castellanos no lo aceptron jamás por
CATALANOTE y extranjero. Esto lo ocultan los libros de texto, que obedecen más a criterios ideológicos que historiográficos. Quien se propuso
unificar el reino – es decir, todos los reinos – no fue ningún castellano, sino un
CATALANOTE a quien los castellanos rechazaban por extranjero. Con el tiempo, los catalanes aprendieron que era imposible su encaje en esta
España que no es sino el estado fallido de Castilla al que han querido anexionar sus conquistas reduciendo sus leyes a la suya, así como la lengua y la cultura. Esto es evidente en el caso americano. Los
españoles del otro lado del océano – según la Constitución de 1812 –
se fueron todos uno detrás de otro ya que desde la metrópoli no se atendía su singularidad. Recomiendo leer declaraciones
puertorriqueñas anteriores a 1898 donde se quejan de ser considerados
malos españoles por pedir sus derechos dentro de España.
Pocos años después esos castellanos anticatalanistas se las tuvieron que ver con un extranjero flamenco,
Carlos, futuro emperador, que tras derrotar a los
comuneros abolió las leyes propias de Castilla para hacer
su real gana. Y así hasta nuestros días.
Este modelo castellano en el que el rey no tenía que dar cuentas ni pedir permiso para nada, ya que era autoritario y luego absolutista
es el que se pretendió imponer a los territorios de la Corona de Aragón: Aragón, Catalunya, València, Mallorca…
Sobre la
historiografía al uso, hay que decir que en determinados medios acusan a los catalanes de inventarse la historia cuando es justo al revés. No creo necesario hablar de los reyes godos ni de los celtas e iberos y aún menos explicar las barbaridades de políticos como Esperanza Aguirre que dijo algo que ofende la inteligencia de quien tengo un conocimiento elemental de la historia:
A los niños hay que enseñarles que España es una nación con 3.000 mil años de historia (sic). Luego lo rebaja a
2.000 (!) Mueve a la hilaridad si no fuera porque desde determinados medios se repite a lo Goebbels esta mentira e incluso hay quien se lo cree de verdad. Ni Hitler se atrevió a tanto; él hablaba del
Reich de los mil años que quedó en doce.
Queda demostrado que el racismo anticatalán ya lo pacticaban los castellanos en el 1400, y siguen mintiendo e insultando en la actualidad todos los días a través de sus medios. Cierto periodista y escritor bien de derechas afirmó sin empacho que
el catalán no existe, es una mezcla de provenzal y de valenciano (sic) y se quedó tan ancho. Quién sepa algo de filología sabe que, a pesar que durante cierto tiempo se pensó que entre el catalán y el occitano (provenzal) existian vinculos de identidad o de paternidad, realmente
son lenguas próximas pero diferentes, como el galaicoportugués y el castellano. Lo que sucede es que al igual que en Castilla se usó el galaicoportugués en poesía lo mismo sucedió con el provenzal, que fue usado por occitanos, franceses, catalanes e italianos.
La cuestión del
valenciano y del catalán es realmente asombrosa según la pinta este señor. Vienen los catalanes y aprenden aquí su lengua. Sería un caso único en la historia. Cualquiera sabe que las hablas del sur son el resultado de la repoblación tras la conquista. De la misma manera que los dialectos manchegos o andaluces tienen su origen en la conquista castellana con el valenciano pasa igual, se trata de una serie de variedades del catalán que en la tierra conocemos como valenciano, sin negar su catalanidad. Toda la romanística lo corrobora. El poeta valenciano
Ausiàs March era hijo y sobrino de poetas que escribían en catalán y su abuelo, Jaume March, era catalán de Barcelona i lo que hoy diríamos
funcionario del rey. Una rama de la familia March quedó en Catalunya, i la otra, la de Ausiàs, en València. A nuestro poeta se le llamaba: “Caballero valenciano de nación catalán.” en traducciones castellanas de su obra muy tempranas.
Otra mentira. Quieren hacer creernos que
Colón fue recibido por la reina – el rey estaba pero como si no – en algún lugar de Castilla. Falso. Hay un cuadro que demuestra que la reunión tuvo lugar en
Barcelona, la capiral de la corona de Aragón y con
gran experiencia náutica que Castilla no tenía. Lo de
Palos de Moguer suena a falso. Castilla era de secano y no poseía ni la décima parte de experiencia marítima que Catalunya, València o Mallorca. En Catalunya hay un lugar llamado
Pals. La única experiencia marinera importante es la conquista de las Canarias, obra empezada por Portugal. La experiencia catalana, valenciana y mallorquina era secular, tanto en Italia como en Grecia y por todo el Mediterráneo.
Otra mentira. Quieren hacernos creer que el
viaje a América lo pagó Isabel con sus joyas. Falso. El viaje
fue financiado por un judío valenciano llamado Lluís de Santàngel. Como València no es del interés de estos manipuladores, ni se la menciona más que rodeada de
mentiras referentes a un mercenario que se vendía al mejor postor, El Cid, se desconoce que la ciudad de
València hereda la supremacía de la de Barcelona y se convierte en la más poderosa de la península. Esto no lo estudian los niños castellanos ni se les habla del referrido Ausiàs March o de
Tirant lo Blanc porque lo que no es Castilla no existe. No cabe duda de que el
Cantar de Mío Cid es tan bello como
falso históricamente hablando, eso sí, ya entonces podemos apreciar
catalanofobia al referirse a los catalanes como francos de manera despectiva, antisemitismo con los judíos Raquel e Vidas e islamofòbia. Todo un poema.
Como vemos,
aparece la catalanofobia desde los primeros textos en castellano. Este odio afecta a todo: Catalunya no ha existido nunca, ni la lengua catalana tampoco, y rematamos la faena negando la catalanidad dela Senyera, robada a los aragoneses (sic). Todo es falso y demostrable.
Las cuatro barras pertenecieron a los condes de Barcelona; de aquí pasaron a Catalunya y cuando en el siglo XII se produce el matrimonio de
Petronila de Aragón con
Ramon Berenguer IV, es decir, el conde de Barcelona y la hija de
Ramiro el Monje, rey de Aragón, pasaron a Aragón. Esto lo podemos ver bien claro en un cuadro que representa esta unión dinástica. Petronila se acompaña del escudo de Aragón, que és una cruz roja sobre fondo blanco con cuatro macabras cabezas de moro; en la parte catalana aparece el escudo de la cuatro barras. Posteriormente, la Senyera serà la bandera de Mallorca, València, Sicília, etc. es decir del resto de los estados de la Corona de Aragón (no confundir con el Reino de Aragón).
No se suele contar cuál era la situación de
Aragón antes de la unión. Sencillamente
estaba a punto de desaparecer. Navarra se separó y
los castellanos invadieron el reino hasta la capital, Zaragoza, por eso en su escudo aparece un León como pudiera haber aparecido un castillo. También estaba el enemigo común de Francia. Otra cosa que se suele omitir es que
la ciudad de Barcelona ejercía como capital de la Corona debido a su mayor peso en todos los terrenos. La literatura en catalán alcanzó un gran nivel artístico, lo que no sucede con el aragonés Este predominio lo perdió Barcelona a favor de
València en el siglo XV, cuando esta ciudad era la más próspera del territorio. El aragonés, cuyo máximo periodo de expansión corresponde a los siglos XIII y XIV no tardaría mucho en ir desapareciendo al ser sustituido por el castellano. Perduró la fabla aragonesa, que quedó reducida a los Pirineos oscenses. Mientras tanto se produjo un
Siglo de Oro de la Literatura Catalana especialmente en València.
Hay muchas más mentiras que el
ideario nacionalista-imperialista castellano-españolista pretende hacer creer. Es cuestión de estudiar. Todo está en los libros. Como docente que he impartido clases de historia puedo afirmar que es así. Siempre me ha gustado la historia. De niño y adolescente me pilló el franquismo y las mentiras que nos enseñaban en una asignatura llamada
Formación del Espíritu Nacional. La Historia que se estudiaba estaba centrada en Castilla en exclusiva y siempre con la idea de la
unidad de España no solo territorial, sino, racial, religiosa, cultural y lingüística. Lo que no entraba en este esquema no existía.
Nunca me hablaron de Al Andalús y su siglo de Oro en el XII, ni del judío del mismo siglo; ni una palabra de Galicia, País Vasco o Catalunya. No existían. Nada sobre mi tierra, València. Ojalá pudiera decir que son tiempos pasados, pero no, actualmente siguen erre que erre con lo mismo. Esto da lugar a anormalidades del tipo de encontrate con amigos manchegos que se quedan con la boca abierta al oír hablar en valenciano (catalán) – desconocían su existencia – y al escuchar frases como estas:
Parece que estemos en el extranjero, por la sencilla razón de que en el colegio no les han enseñado que en este país se hablan varias lenguas. Además, ni lo asumen ni aceptan. Están en
España.
Me despido con un insulto de un señor que está en todos los textos de Literatura Española en el que insulta a los catalanes de manera muy culterana. Quevedo, terrible antisemita y todo un rufián aunque excelente escritor. Ahí va eso:
Quevedo: “Son los catalanes aborto monstruoso de la política“, y “el catalán es la criatura más triste y miserable que Dios crió.“
Y unos cuantos más recogidos por EL País:
El historiador Joan B. Culla ha publicado en el diario
El País un
artículo titulado “La ingrata conducta del pueblo catalán…”, en el que recoge diversos episodios episodios de catalanofobia y asegura que “casi siempre que Catalunya (…) ha pretendido preservar o mejorar su estatus dentro del Estado español, ya fuera éste monárquico o republicano, tradicional o parlamentario, ello ha suscitado en la España de matriz castellana poderosos movimientos de rechazo y descalificación que, a menudo, adquirieron un sesgo de prejuicio o de fobia anticatalanes”.
–Después, recuerda a Quevedo: “Son los catalanes aborto monstruoso de la política”, y “el catalán es la criatura más triste y miserable que Dios crió”.
–También se refiere a un diario de Madrid, sin decir su nombre: “España ha pasado a ser patrimonio de Catalunya”, y “todavía no están contentos. Será necesario que el resto de España les pague (a los catalanes) un crecido tributo, para que nos dispensen el obsequio de no declararse independientes ni piensen en cambiar de nacionalidad”.
–Habla también del libro Peligro nacional. Estudios e impresiones sobre el catalanismo (Madrid, 1901), de los conservadores José Martos O’Neale y Julio Amado: pedían prohibición absoluta del “dialecto catalán” en el espacio público, “incompatibilidad de los catalanes para ejercer cargos oficiales al servicio del Estado en Catalunya”, sustitución de todo el clero local por eclesiásticos “de otras provincias españolas” y supresión del arancel proteccionista para castigar a la burguesía fabril.
–Otras expresiones están recogidas de los “maestros nacionales de la comarca de Alcañiz, a finales de 1918”: “Catalunya ha sido el heredero de la pobre España”; “Si las provincias catalanas han prosperado, ha sido a costa del resto del país”; “Después de todo , viven de nuestro sudor y nuestra sangre” ; “¿Vamos a consentir que en aquellas regiones furibundamente autonómicas salgan niños de la escuela casi sin saber hablar castellano?”.
–Asimismo, indica que, después del franquismo, la ideología que se desprende de la catalanofobia “incluía cómodamente a un Alejandro Rojas Marcos o a un Juan Carlos Rodríguez Ibarra”, y se refiere a “la alianza parlamentaria entonces vigente entre González y Pujol. Al respecto, recuerda que José María Aznar dijo que “lo que el Gobierno del PSOE hacía era ‘quitarles varios miles de millones de pesetas a los pensionistas y a los parados españoles’ para dárselos a Catalunya”.
–El articulista escribe después sobre la OPA lanzada por Gas Natural sobre Endesa en 2005, y de cómo el entonces presidente de la eléctrica y después diputado del PP, Manuel Pizarro, dijo: “Nunca seré empleado de La Caixa”.
–Se refiere después a una frase de Mariano Rajoy, según la cual, con el nuevo Estatuto de Catalunya “las regiones más pobres van a salir trituradas”. Y sobre la negociación del nuevo sistema de financiación afirma: “‘¡Que un catalán valga lo que dos madrileños es intolerable!’, lanzó el consejero Beteta. ‘El dinero se va para los ricos catalanes’, denuncian en Asturias; ‘España fue y es un opíparo negocio para Cataluña’, afirman en Galicia”.
Sinceramente, amigo lector, si fueras catalán ¿no te darían ganas de irte de España?