"Princesa adúltera y reincidente"
La princesa Carlota Federica de Mecklenburg-Schwerin (1784-1840) figura en la historia como la primera y nada acertada consorte del Príncipe Heredero de la Corona Danesa y de la Corona Noruega, el futuro rey Christian VIII (1786-1848). Dos años mayor que su real prometido, se casaron en 1806 y, dos años más tarde, la flamante princesa heredera le daba el ansiado heredero varón -el futuro rey Federico VII-. Apenas dos años más tarde (1810), los príncipes divorciaban en medio de un gran escándalo: se había ventilado la tórrida aventura amorosa que vivía la princesa heredera con un cantante y compositor francés, Édouard Du Puy, a espaldas de su marido. El príncipe Christian solicitó entonces el divorcio y la adúltera princesa Carlota fue expulsada de la corte, separada de su hijo y exiliada en Jutlandia, donde no se privó de tener nuevas aventuras sentimentales con apuestos oficiales de la guarnición militar local.
La princesa Carlota Federica de Mecklenburg-Schwerin (1784-1840) figura en la historia como la primera y nada acertada consorte del Príncipe Heredero de la Corona Danesa y de la Corona Noruega, el futuro rey Christian VIII (1786-1848). Dos años mayor que su real prometido, se casaron en 1806 y, dos años más tarde, la flamante princesa heredera le daba el ansiado heredero varón -el futuro rey Federico VII-. Apenas dos años más tarde (1810), los príncipes divorciaban en medio de un gran escándalo: se había ventilado la tórrida aventura amorosa que vivía la princesa heredera con un cantante y compositor francés, Édouard Du Puy, a espaldas de su marido. El príncipe Christian solicitó entonces el divorcio y la adúltera princesa Carlota fue expulsada de la corte, separada de su hijo y exiliada en Jutlandia, donde no se privó de tener nuevas aventuras sentimentales con apuestos oficiales de la guarnición militar local.