En 1540, de camino a Flandes para reprimir una revuelta, el rey-emperador Carlos V visitó oficialmente París de la mano del rey Francisco I de Francia, su cicerone, después de pasar por Poitiers y Orléans. El rey francés le preguntó al césar qué le habían parecido aquellas ciudades que había visitado:
-"Poitiers es el pueblo más bello del mundo y Orléans la más bella ciudad."
-"Y, ¿qué decís de París?" -inquirió Francisco I.
-"París no es una ciudad, ¡es un mundo!"
Anécdota de: Carlos I y V de Austria, Rey de las Españas y Emperador del S.S.I.R.G. (1500-1558).
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