Encontrábase el rey-emperador Carlos I-V visitando el sepulcro de Martin Luther (Martín Lutero), cuando el Duque de Alba y otros Grandes, que conformaban su séquito, le sugirieron que mandase desenterrar e incinerar el cadáver del padre de la Reforma, como castigo ejemplar. Y el César contestó:
-"Dejadle reposar. Ya ha encontrado su juez. Yo hago la guerra a los vivos, no a los muertos."
Anécdota de: Carlos I-V de Austria, Rey de España y Emperador del S.S.I.R.G. (1500-1558).
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