Antes de convertirse en el célebre compañero de Tintín, Milou (Milú) fue el nombre del fox-terrier del entonces General Napoleón Bonaparte, quien lo llevó consigo durante la campaña de Egipto (1798-1799).
Cabría añadir que el general corso decretó, en Venecia, la prohibición de utilizar perros como proyectiles de cañón durante las festividades de la Serenísima, como se venía haciendo siguiendo una vieja a la par que monstruosa tradición.
Si Napoleón tenía en aprecio a la raza canina, por contra tenía una marcada fobia por los felinos.
Anécdota de: Napoleón I, Emperador de los Franceses (1769-1821).
No hay comentarios:
Publicar un comentario