miércoles, 26 de agosto de 2015

CURIOSIDADES -185-

"El Rey de Mayo"



El último Rey de Italia, Humberto II de Saboya (1904-1983), alias "El Rey de Mayo" como se le conoce por la brevedad de su reinado (33 días en mayo-junio de 1946), figura en la lista de los ilustres personajes de la historia que fueron gays desde que el francés Didier Godard le incluyera en su "Diccionario de los Jefes de Estado Homosexuales o Bisexuales". En él, el autor habla de un escarceo amoroso entre el futuro monarca, entonces Príncipe de Piamonte (título del heredero del trono italiano), con el no menos célebre director de cine y de ópera Luchino Visconti di Modrone, Conde de Lonate Pozzolo, y el actor francés Jean Marais entre otros. Sin embargo, el autor de ese diccionario no ha sido el único en apuntar al rey como homosexual, ya que existía con anterioridad un dossier redactado para el entonces primer ministro-dictador Benito Mussolini sobre la vida privada de Humberto con la perversa intención de utilizarlo para chantajearle en el momento adecuado. Se dice que ese dossier de Mussolini era conocido en los círculos políticos y periodísticos italianos, y que los partisanos se lo confiscaron cuando lo pillaron intentando huir de Italia con la ayuda de los soldados alemanes.

Por otro lado, Humberto casó oficialmente "por amor" en 1930 con la guapa y moderna Princesa Maria-José de Bélgica (1906-2001), sin embargo, el matrimonio nunca estuvo unido. Él, educado por estrictos y obtusos militares desde la tierna infancia, aparecía como un hombre frío, envarado y reservado conservador, amante de la etiqueta cortesana, a sus anchas con el boato, el lujo, las altas jerarquías eclesiásticas, con la alta aristocracia, los militares y los académicos, mientras que ella, simpatizante de la ideología socialista que rehuía de todo lo que oliera a tradición, clericalismo y boato real, bebía y fumaba para mayor escándalo de la nobleza italiana, y llevaba una vida mucho más espartana y retirada, gustando rodearse de gente intelectualmente avanzada, inteligente e inquieta. De hecho, Humberto llevó una vida de militar que casi siempre le hacía estar alejado de ella, siempre rodeado de apuestos asistentes y oficiales jóvenes y guapos por los que sentía auténtica y mal disimulada pasión a decir de las malas lenguas. Para colmo, sufría con aparente estoicismo del constante espionaje de los servicios secretos y de la campaña de desprestigio lanzada por los fascistas contra su persona. Pese a la enorme brecha cultural existente entre ambos cónyuges, tanto Humberto como Maria-José se guardaron muy mucho de hablar de su vida matrimonial y de sus pequeñas miserias personales aunque, según algunos historiadores contemporáneos, los hijos concebidos por la real pareja se hicieron gracias a la revolucionaria fecundación in vitro y en el mayor de los secretos. Cierto o no, cuando el breve reinado de Humberto II terminó al cabo de un mes y 9 días (del 9 de mayo al 18 de junio de 1946) gracias a un controvertido plebiscito popular que notificaba el fin de la monarquía en Italia, la real pareja se separó en agosto de 1947: Maria-José se instalaba en Suiza mientras que Humberto II hacía lo propio en Portugal.

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