jueves, 22 de noviembre de 2012

SIR THOMAS II LUCAS of SAINT-JOHN


ASCENSO & CAÍDA DE UN FAVORITO DE ELIZABETH I
 
 

Sir Thomas II Lucas of Saint-John (Saint-John Abbey, Colchester, c.1530 / 24-08-1611), IIº Señor & Caballero de Saint-John de Colchester, IIº Lord o Señor de Dunham Hall, de Sible Hedingham, del Great & Little Horkesley, de Fordham Hall, de Archentines, de Mile End, de Breewood Hall, de Lexden y de la Abadía de Saint-John en el condado de Essex; IVº Señor de Bury Saint-Edmund's Abbey y de Abbott's Hall en el condado de Suffolk.

Fue el hijo primogénito del rico y poderoso Sir John Lucas de Saint-John, de Colchester, y de su primera esposa Mary Abell, hija y heredera de una de las dos familias más ricas del condado de Essex, que habían amasado una fortuna gracias a la indústria textil y el comercio de paños. La otra familia más rica de Essex, apellidada Christmass o Christmas, daría la mano de su hija Elizabeth en segundo matrimonio a Sir John Lucas en 1550, tras enviudar de Mary Abell.

Los Lucas y su especial relación con la dinastía Tudor



El padre, Sir John, había amasado una fortuna sirviendo eficientemente al rey Enrique VIII y a su hijo Eduardo VI. De hecho, cimentó su fortuna gracias a la liquidación de monasterios, conventos y extensas propiedades de la Iglesia que él mismo dirigía para convertirlos en dinero contante y sonante en provecho de la Corona. Eminente jurista salido de Cambridge, fue consejero legal y defensor de los intereses de dos generaciones de la distinguida familia De Vere -los poderosos Condes de Oxford-, consejero privado de la Corona, secretario de Estado, Gran Mayordomo de la Corte de Aumentos para las tierras del Norte y de Trent, y elegido diputado del Parlamento de Londres por Colchester, entre otras cosas.

 
La Abadía de Bury Saint-Edmund (Suffolk), propiedad de la familia Lucas.


El padre de John, Sir Thomas Lucas (c.1470-1531), escudero y caballero, hijo a su vez de un caballero caído en combate durante la Guerra de las Dos Rosas, jurista de profesión, había sido secretario personal del influyente Jasper Tudor, 1er Duque de Bedford y Conde de Pembroke, hermanastro del rey Enrique VI y tío del rey Enrique VII. Y sus servicios debieron de ser tan buenos que, andando el tiempo, el tío del primer monarca Tudor le concedió en propiedad los castillos y señoríos de Oxburgh Hall, de Dunham Hall y de Arwenack Manor entre otros. Su ascenso en la administración real sería coronada por su nombramiento como subfiscal de la Corona para Inglaterra y Gales en 1503, y rematada por su promoción a consejero privado de la Corona y secretario de Estado del rey Enrique VII. Acumula, entonces, honores y prebendas que le dan la oportunidad de agrandar sus dominios (es convertido en Baílio Hereditario de la importante Abadía de Bury Saint-Edmund, en Suffolk) y patrocinar generosamente a su estimada Universidad de Cambridge. Tampoco dejó de lado las oportunidades que ofrecían los enlaces matrimoniales; casado con una noble damisela perteneciente a la gentry del condado de Monmouthshire, Elizabeth Kemys de Raglan, consigue la mano de Margery Gedding de Gedding Hall para su primogénito, Jasper Lucas, que aporta como dote los señoríos de Lackford, Flempton y West Stow, en el condado de Suffolk.

Padre y abuelo habían sentado las bases para edificar una dinastía destinada a prosperar en todos los escenarios. La familia, que ya formaba parte de la baja nobleza terrateniente inglesa (gentry) desde el siglo XIV con el rango de escudero, contando entre sus miembros a juristas, magistrados, parlamentarios, altos funcionarios, caballeros y soldados, no desdeñaba las oportunidades que les brindaba el comercio nacional: se sumó exitosamente a la explotación agraria, a la cría de ganado ovino e instalación de fábricas de lana y paños, obteniendo pingües beneficios mercantiles y contribuyendo a la prosperidad nacional.

1556

Sir Thomas tenía 25 años cuando su padre falleció, heredando una gran fortuna, la vasta mansión y finca solariega de la Abadía de Saint-John, un buen puñado de propiedades inmobiliarias y numerosos feudos. Ambicioso, hambriento de dejar su marca en el mundo, contribuyó a la consolidación de la dinastía Lucas como la primera familia del Este de Inglaterra.

Tras haber cumplido con la tradición familiar, que exigía una sólida formación en Derecho Civil en la Universidad de Cambridge (que su familia patrocinaba generosamente) y en el Inner Temple de Londres, Sir Thomas fue elegido miembro del Parlamento por Colchester, sucediendo a su padre y predecesor en la Cámara de los Comunes. En las décadas siguientes, gracias a sus excelentes relaciones en la corte, y contando sobretodo con el favor de la reina Elizabeth I, consiguió ocupar numerosos cargos de importancia en el seno del Gobierno, aupándole hasta un estatus de poder y prestigio envidiables que le situaron muy por encima de sus vecinos locales.


Retrato de la Reina Elizabeth I de Inglaterra e Irlanda (1533-1603), conmemorando su coronación en enero de 1559.


También desempeñó el cargo de Juez de Paz de Colchester, lo que le llevó a juzgar a los malhechores locales, y el de Registrador, que le otorgaba la dirección y gerencia de los asuntos legales de la ciudad.

La reina Elizabeth I le nombró personalmente, por tres veces consecutivas, Gran Sheriff de Essex, cargo que le convertía en la máxima autoridad policial, política y judicial de la región. Además de tan alta responsabilidad, la soberana le entregó la dirección y gestión de todos los asuntos e intereses de la Corona en el condado.

Pero, más allá de sus obligaciones y cargos oficiales, Sir Thomas Lucas sentía especial devoción por su capitanía al frente de la milicia de Essex. Para ella gastó su dinero y su tiempo sin contar: uniformó y equipó a los milicianos por su cuenta, les armó, preparó y entrenó para repeler eficazmente invasiones extranjeras o sofocar rebeliones internas, recreando así las asociaciones militares caballerescas conformadas por gentileshombres locales a imagen y semejanza de la Edad Media.

A finales del siglo XVI, Essex era uno de los más ricos condados de Inglaterra: "la tierra más rica, comparable a Palestina, en la que fluyen leche y miel", según las propias palabras del cartógrafo John Norden. Del condado fluía un constante tráfico de ganado con la mejor carne de Inglaterra, y convoyes rebosantes de grano y harina, hortalizas frescas, mantequilla, queso, cerveza y licores, cuero, lana y paños hacia el Suroeste para aprovisionar los mercados de Londres. La indústria de la lana vivía su gran auge. Los hilanderos, tejedores, teñidores producían lo mejor y trabajaban en sus casas para luego enviar sus ricos paños a los almacenes de los proveedores de todas las ciudades. En Colchester, gracias a su prosperidad comercial, la población experimentó un crecimiento demográfico considerable, provocando de rebote un "boom" de la construcción: se construyeron casas mucho más allá de las antiguas murallas de la ciudad y se extendieron por la campiña hacia el Sur y al Este hasta llegar al río Colne, donde los barcos atracaban en el puerto fluvial de The Hythe.

Colchester se convirtió en una de las más grandes ciudades de Inglaterra, que sobrepasaba ampliamente el kilómetro de extensión, dotada con una población de unas 10.000 almas. Sus casas, admirablemente bien construídas, combinaban sus blancas fachadas encaladas con el negro enmaderado y sus tejados con rutilantes tejas, estaban perfectamente alineadas con sus calles bien pavimentadas, dónde los transeúntes podían deambular sin temor a hundirse en el fango. A esta idílica planificación urbanística se unía un aprovisionamiento constante de agua fresca en abundancia, procedente de los manantiales de los alrededores, y que alimentaban las numerosas fuentes públicas.

Y, mientras tanto, la familia Lucas también prosperó. Dedicado a la adquisición de riquezas y de un estatus social proeminente, Sir Thomas gestionó tan enérgicamente sus fincas, que consiguió duplicar sus beneficios y rentas, dándole la oportunidad de poder reinvertirlas en la compra de más tierras.



Al morir Sir Thomas con 80 años, en agosto de 1611, su familia era una de las más ricas, poderosas y respetadas de Essex, con miles de hectáreas de tierra que aportaban a sus arcas una renta fija de 4.000 libras al año (11.500.000,00 Libras Esterlinas del año 2010 que, convertidos en Euros dan 13.161.198,094 €). Pero esa enérgica gestión y expansión inmobiliaria por parte de Sir Thomas, trajeron no pocos conflictos y roces con sus vecinos; numerosas disputas legales derivaron de enfrentamientos verbales por culpa de delimitaciones mal definidas, zonas comunales y vallados de parcelas de unos y otros, provocando constantes discordias y llevándole a poner numerosos pleitos con una intransigencia inquebrantable, convencido de sus legítimos derechos.

De gran y fuerte personalidad, temperamental, autoritario e intransigente, Sir Thomas no se dejaba amilanar por nada ni por nadie. Su pronunciado gusto por los pleitos con otros propietarios vecinos a sus fincas y su trato nada cordial, incluso su orgullo desmesurado y su manera tan estricta de interpretar y aplicar la ley, le llevaron, en la década de 1580, a ser la persona más odiada de todo Colchester, donde se le calificaba abiertamente de avaricioso y miserable egoísta. Cuando el resentimiento local contra él culminó en una feroz batalla campal entre bandas rivales de la milicia, Sir Thomas tuvo que hacer sus baúles y refugiarse en la corte de Londres ¡por espacio de tres años!



Pese a ser impopular en Colchester, Sir Thomas consiguió establecerse exitosamente a nivel nacional en la corte real. Armado caballero por Elizabeth I en 1571, Sir Thomas tuvo el inmenso pero también oneroso honor de hospedar y agasajar, por dos veces, a la soberana y a su corte en su suntuosa mansión solariega de Saint-John. Por otro lado, gracias a sus excelentes conexiones en los mejores círculos de la alta sociedad, y también a su notable influencia en la corte, consiguió que su hija Anne fuera admitida como dama de honor de la Reina. Un privilegio difícil de conseguir, ya que aseguraba un contacto directo con la soberana.



Posteriormente, los actos de dos de sus hijos contribuyeron a que perdiera gradualmente el favor de la Reina.

Sir Thomas Lucas, tan acostumbrado a moverse entre la élite de su época, había contraído un brillante matrimonio al desposar a la hija de Sir John Fermor de Easton Neston, un rico caballero propietario de Northamptonshire, Mary Fermor. La pareja tuvo tres hijas y dos hijos, pero sólo sobrevivieron dos:

-Sir Thomas Lucas de Saint-John, Kt. (c.1559 - 1625), c.c. Elizabeth Leighton de Leighton.

-Honorable Anne Lucas, c.c. Sir Arthur Throckmorton (1557-1626)

Su hija Anne fue la primera de la familia en provocar el real desagrado de Elizabeth I; siendo su dama de honor, se casó secretamente y por amor, desafiando la prohibición y contra el deseo de la Reina, que reservaba su mano para otro caballero de su gusto. Peor aún sentaría a la iracunda soberana, y de manera profunda e irremediablemente, la conducta del hijo mayor de Sir Thomas, también llamado Thomas y futuro padre de la Duquesa de Newcastle, de Sir Charles Lucas y de Lord Lucas.

 
Arco Tudoriano de la Iglesia de Saint-Giles de Colchester, que reagrupa las armas esculpidas y policromadas de los distintos miembros de la familia Lucas y de sus esposas, y que figuraban antaño en sus tumbas, profanadas y destruídas durante la Revolución y Guerra Civil Inglesa.
 


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