viernes, 1 de junio de 2012

CURIOSIDADES -37-



El último rey de la Casa de Valois, Carlos VIII de Francia (1470-1498), tuvo una muerte estúpida. Al cabo de 15 años de reinado (1483-1498) y a la temprana edad de 27 años, se golpeó accidentalmente la cabeza contra el dintel de una puerta demasiado baja cuando se disponía a asistir a una partida de juego de pelota, en la galería desafectada de su castillo de Amboise. Pese al duro impacto, el rey le restó importancia y entabló conversación con su confesor cuando, súbitamente, se tambaleó y cayó desplomado de espaldas al suelo inconsciente. Murió a las pocas horas de una hemorragia cerebral; era el 7 de abril de 1498.

Ésta es la versión más acreditada por los historiadores y basada en la crónica del caballero Philippe de Commynes, cronista del rey Luis XI.


Otras versiones apuntan, sin pruebas, a un supuesto envenenamiento cuando en aquella época, y en la corte francesa, se vigilaba muy de cerca y se degustaba todo lo que se ponía en la mesa del monarca para prevenir esa eventualidad. En ellas, se incluye una versión escatológica que hace aún más estúpidas las circunstancias de su deceso: Carlos VIII habría resbalado sobre una mierda al cruzar la puerta, ocasionándole ese mortal golpe en la sien...

El hecho es que, como su padre Luis XI, Carlos VIII padecía de una enfermedad cardiovascular quizás causada por una hipercolesterolemia hereditaria. Su progenitor había padecido varios ataques de apoplejía muriendo finalmente de una embolia y, según testigos de entonces, Carlos VIII presentaba en los meses precedentes a su muerte un aspecto enfermizo y una tez lívida, como la de su predecesor.

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