lunes, 26 de diciembre de 2011

Anécdotas Históricas -76-



Un buen día entra un ujier para anunciar al Duque de Morny, ministro del Interior de Napoleón III, que el Señor Barón de Rothschild desea obtener una audiencia inmediata sin haber pedido cita previa. El ministro, pese a estar desbordado por el trabajo, le ordena al ujier que haga pasar inmediatamente al visitante. Al entrar éste en el despacho y, tras el saludo de rigor, Morny le invita a coger una silla para su mayor asombro; recordando su rango, objetó:

-"¿¡Pero bueno, una silla, yo el Barón de Rothschild!?¡Acabáramos!"

-"Bueno pues, coja dos."- le soltó con sorna el Duque de Morny.

Anécdota de: Charles Auguste De Morny, 1er Duque de Morny, político y financiero (1811-1865).

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