miércoles, 4 de mayo de 2011

EL ESCÁNDALO WORSLEY

1782: EL ESCÁNDALO WORSLEY



Retrato de Seymour Dorothy Fleming, Lady Worsley (1758-1818), según Sir Joshua Reynolds, 1776.

En 1782, un sonado escándalo sexual sacudió a la alta sociedad londinense: sorprendieron a la esposa del gobernador de la Isla de Wight, Lady Worsley, yaciendo en una cama de hotel con un capitán de milicia. El asunto tomó tales proporciones, que acabó en un juicio que hizo las delicias de todo Londres y alimentó la imaginación de los dibujantes satíricos de la época.

Lady Worsley

Sir Richard Worsley, 7º Baronet de Appuldurcombe House (1751-1805), un joven y distinguido gentilhombre de muy buena familia* dedicado a la carrera política y militar, gobernador de la Isla de Wight, casó un 20 de septiembre de 1775 con la Honorable Seymour Dorothy Fleming (1758-1818), la bella y coqueta joven hija y co-heredera del difunto Sir John Fleming, 1er Baronet Fleming de Brompton Park, de Middlesex, y de Lady Jane Coleman, Lady Harewood**. La hermana mayor de la novia era Jane Fleming, que se había casado poco antes con Charles Stanhope, 3er Conde de Harrington. La dote de la hermosa joven de 17 años ascendía a 70.000 libras, lo que la hacía doblemente apetecible para cualquier soltero en busca de una esposa guapa y afortunada. Convertida en Lady Worsley, le dio a su marido un hijo, Robert Edwin Worsley -que murió joven- y una hija adulterina, y causó sensación en Londres cuando el retratista de moda, Sir Joshua Reynolds, la pintó revistiendo un elegante traje de amazona inspirado en el uniforme rojo del regimiento de su marido y presentando oficialmente su retrato en la Royal Academy en 1776.

Pese a tenerlo todo, o al menos eso parecía, Lady Worsley no se contentó con el marido y no se privó de coquetear con otros apuestos hombres que, por cierto, se daban de codazos para poder besar su mano y obtener algo más. Su ligereza e imprudencia en los flirteos, dieron pie a todo tipo de chismorreos y, verdadero o falso, se llegó a rumorear que la bella había tenido nada menos que 27 amantes en apenas siete años de matrimonio!

Retrato de Sir Richard Worsley, 7º Bt. Worsley de Appuldurcombe House (1751-1805), Gobernador de la Isla de Wight, coronel del Batallón del Hampshire del Sur, Controlador de la Casa del Rey y diputado por Newport en el Parlamento; según Sir Joshua Reynolds.

Peor aún: el médico de Lady Worsley, el Dr. William Osborn, llegó a revelar que ésta padecía una enfermedad venérea contagiada por uno de sus amantes, el Marqués de Graham. También se dijo que su hija nacida en 1781, llamada Jane Seymour Worsley, no era fruto de Sir Richard sino una bastarda del Capitán George M. Bissett, amigo íntimo y vecino del gobernador... Queriendo evitar el escándalo a toda costa y, sobretodo, la vergüenza, Sir Richard asumió inmediatamente la paternidad de la pequeña Jane Seymour Worsley y echó tierra sobre el asunto para desmentir cualquier rumor.


Appuldurcombe House, cerca de Wroxall, en la Isla de Wight, fue la casa solariega de los Baronets Worsley de Appuldurcombe desde mediados del siglo XVII con Sir Robert Worsley, 3er Bt. y diputado por Newton en el Parlamento de Londres.

Por su inconsecuencia, Lady Worsley provocó lo que era de esperar: un escándalo. Un escándalo que, además, se vio amplificado al hacerse público el juicio impulsado por Sir Richard Worsley, el marido engañado y demandante, contra el amigo, amante y demandado Capitán George Maurice Bissett (o Bisset), oficial de la milicia de Hampshire y vecino de la Isla de Wight, acusándole de haber seducido a su mujer, de haber cometido adulterio con ella y, por supuesto, de haber mancillado su honor como marido y caballero,... por lo que le reclamaba nada menos que 20.000 libras de indemnización. Y es que Sir Richard Worsley sorprendió al citado Capitán Bissett en compañía de Lady Worsley a la que, curiosamente, había citado en la habitación de un hotel para pasar allí la noche.

Es pues de esta forma que arranca un caso de adulterio que cubrirá de ridículo no solo a la dama sino también al marido.

Juicio ridículo y separación

El 22 de septiembre de 1782, Sir Richard Worsley demanda judicialmente al Capitán George M. Bissett. Sin embargo, la demanda no se basó en el supuesto adulterio, sino en un hecho concreto en el que el Capt. Bissett espió viciosamente a Lady Worsley desnuda en su cuarto de baño...


Viñeta satírica del dibujante Gillray sobre el sórdido juicio que hizo las delicias del todo Londres a finales de 1782; representa a Sir Richard Worsley aupando al Capt. Bissett para que pueda ver a su esposa, Lady Worsley, tomando un baño en completa desnudez.

Si el marido cornudo y demandante se las prometió felices desde el primer momento, pensando que el demandado pagaría con tal de evitar la cárcel, pronto se dio con un canto en los dientes: los abogados del Capitán Bissett basaron su defensa sobre la afirmación de que su defendido obtuvo los favores de Lady Worsley con el beneplácito de Sir Richard, argumentando que éste había empujado, ver animado, a su esposa a caer entre los brazos del capitán, acusándole de complicidad en lo que -a todas luces-, era un enrevesado caso de "ménage-a-trois". La defensa lo hizo tan bien que el jurado, aunque falló a favor del demandante, tan solo impuso una indemnización de 1 shilling por daños y perjuicios al Capt. Bissett, en vez de satisfacer a Sir Richard con las veinte mil libras exigidas inicialmente. El gobernador se cubrió de ridículo y vio como su carrera política quedaba seriamente comprometida. A su imagen públicamente dañada, satirizada por los caricaturistas londinenses convirtiéndole en el hazmerreír de la capital, se sumó la caída del ministerio de Lord North (1782) que también le arrastró; perdió todas sus atribuciones oficiales y su prometedora carrera parlamentaria llegó a un punto muerto. Frustrado y furioso, emprendió entonces acciones legales para separarse de su mujer y obtener la custodia de sus dos hijos.

Lady Worsley se convirtió en una apestada a ojos de la sociedad; echada a la calle por su marido, renegada por su familia, privada de sus hijos, se vio reducida a vivir como una querida profesional mantenida por sus ricos amantes, como otras tantas damas de clase alta que se habían encontrado en esa posición tan delicada a la par que vergonzosa. Tuvo dos hijos más de su amante Bissett antes de que éste la abandonara a su suerte en 1783, y un cuarto de padre desconocido (una niña llamada Charlotte Dorothy Cochard Hammond) que fue prontamente enviada a Bélgica para ser adoptada por una respetable familia. Dada su delicada situación y sus deudas, Lady Worsley se vio forzada a abandonar Inglaterra para instalarse en París.

En 1788, ella y su nuevo amante francés, el Caballero de Saint-Georges, regresaron a Inglaterra provocando la ira de Sir Richard Worsley al exhibirse en público. Éste solicitó entonces la ejecución del divorcio y consiguió que su ex-mujer se viera condenada a pasar 4 años de exilio en Francia. En consecuencia, Lady Worsley se vio atrapada durante 8 meses en un país en plena efervescencia revolucionaria y, por su condición aristocrática, fue quizás arrestada y momentáneamente encarcelada durante el Terror, salvándose por los pelos de acabar en la guillotina como apuntan algunos historiadores. La repentina muerte de su hijo primogénito en 1793, provocó su retorno a Inglaterra antes de que expirara la orden de exilio que pesaba sobre ella. A inicios de 1797, se sabe que se encontraba viviendo en Inglaterra, en pésimas condiciones, y que estuvo gravemente enferma durante dos meses; que después de obtener el perdón de su madre Lady Harewood, de su hermana y de su cuñado Lord y Lady Harrington, pudo instalarse discretamente en la mansión familiar de Brompton Park (del que era co-propietaria junto con su hermana mayor Jane, Lady Harrington) escapando de la miseria.


Retrato de Jane Fleming Stanhope, 3ª Condesa de Harrington (1755-1824), hermana mayor de Lady Worsley, según Sir Joshua Reynolds en 1775.

En 1805, Lady Worsley recibe la noticia de la muerte del que fue su marido Sir Richard Worsley y consigue recuperar las 70.000 libras de su dote, devolviéndole los medios para vivir holgadamente y sin depender de la caridad de su madre y de los Harrington. Un mes más tarde, el 12 de septiembre, se casaba legalmente con John Lewis Cuchet, de Farnham. El mismo mes, con Real Licencia, recuperó oficialmente su apellido de soltera, Fleming, que su flamante marido adoptó legalmente.

Después del armisticio de 1814, que ponía fin a la Guerra de las Seis Coaliciones contra la Francia Napoleónica, la pareja se trasladó a una elegante villa de Passy, en París, donde nuestra protagonista fallecería apaciblemente a sus 60 años en 1818.


(*)_Sir Richard Worsley, 7º Bt. Worsley de Appuldurcombe, sucedió a su padre el 6º Baronet en 1768 cuya mansión ancestral se encontraba al Sur de la Isla de Wight, cerca de Wroxall. Por lado paterno, descendía de un ilustre linaje que había llegado a Inglaterra con Guillermo I "el Conquistador" de Normandía, en el siglo XI. Su madre era Lady Elizabeth Boyle, hija del riquísimo terrateniente y aristócrata irlandés John Boyle, 5º Conde de Cork.


(**)_Viuda en 1763 tras diez años de matrimonio, Lady Fleming contrajo segundas nupcias en 1770 con Edwin Lascelles, 1er Lord Harewood, un sexagenario y rico plantador de azúcar de las Barbados que la dejó nuevamente viuda en 1795. Falleció a su vez en 1811.



3 comentarios:

  1. Hoy vi la película basada en esta historia y la verdad que Lady Worsley se la supo hacer al marido ja ja ja ja vaya mujer fuera de época.

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  2. Me encantó la jugada que hizo Seymour, quizo ser una mujer libre.

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