viernes, 29 de abril de 2016

CURIOSIDADES -205-

"El moderno excusado de Su Graciosa Majestad"



Sir John Harington of Kelston, Kt. (1560-1612), apodado "el Picante Ahijado" -ya que su madrina era la Reina de Inglaterra-, fue un conocido cortesano, poeta y escritor que tuvo el favor de la Reina Elizabeth I y la protección del Conde de Essex que, por pretender públicamente traducir al inglés el Orlando Furioso de Ariosto, fue expulsado de la corte por la soberana condicionando su retorno a ésta únicamente si regresaba con la obra totalmente traducida. Lejos de tirar la toalla, se empeñó en hacer la traducción completa ganando el desafío real y recuperando el favor, amén de poder reaparecer en la corte en 1591. El reto, todo hay que decirlo, le supuso unos cuantos años lejos de Londres.



Sin embargo, Harington debe su postrera celebridad a un invento suyo, que perfeccionó e instaló en su residencia de Kelston, en el condado de Somerset. Se trata, nada más y nada menos, de una silla oradada acoplada a un tanque de agua, toda una modernez en inodoros en la Inglaterra Isabelina. En pocas palabras, presentó un váter con cisterna cuya agua evacuaba las deposiciones fecales. Y lo hizo tras publicar su obra Un Nuevo Discurso de un Tema Antiguo, llamado la Metamorfosis de Ajax  (1596), una alegoría política que encerraba un ataque a la monarquía y en el que describía su novedoso inodoro con válvula de agua y conducto de evacuación. En cualquier caso y, a pesar de firmar con seudónimo, Sir John Harington fue nuevamente expulsado de la corte y se salvó de verse juzgado por la temible Cámara Estrellada (The Star Chamber), gracias a la benevolencia de la mismísima Elizabeth I, que seguía teniéndole en alta estima.

Por otro lado, su retrete modernizado le atrajo las continuas burlas de sus amigos, lo que le llevó a no volver a fabricar ningún otro más después del suyo propio y del que regaló a su madrina Elizabeth I para su real cuarto de aseo en su Palacio de Richmond.

A pesar de su tropezón político, el moderno retrete de Harington fue adoptado por la reina, y tanto él como ella fueron los únicos en tener un váter que se limpiaba solo en toda Inglaterra.



Dicho esto, sería más correcto precisar que Sir John Harington no inventó el váter moderno. Más bien lo reinventó y lo reintrodujo en cierto modo en Europa, ya que se ha descubierto en las antiguas civilizaciones del Valle del Indo y Minoica, instalaciones de letrinas con cisternas que se limpiaban con chorros controlados de agua. En siglos posteriores, y en plena Edad Media, ya existía un modelo parecido en los aposentos reales del Castillo de Vincennes, en Francia, y cuya cisterna recogía el agua de la lluvia.

martes, 26 de abril de 2016

SAINT-SIMON, el favorito de Luis XIII

EL PRIMER DUQUE DE SAINT-SIMON
Auge y caída de un favorito real
 
 

Claude de Rouvroy, Conde de Rasse, 1er Duque de Saint-Simon y Par de Francia, Vizconde de Clastres, Barón de Benay, Vidamo de Chartres, Señor de La Ferté-Arnault (La Ferté-Vidame) y de Beaussart (Castillo de Saint-Simon, Picardía, Francia, 16-08-1607 / Castillo de La Ferté-Vidame, 03-05-1693). Fue un cortesano, Primer Escudero de Francia, Lobero Mayor del Reino, Primer Gentilhombre de la Cámara del Rey, Caballero de la Orden del Espíritu Santo y de San Miguel, consejero de Estado y favorito del rey Luis XIII de Francia.

Orígenes

La filiación de la noble familia De Rouvroy de Saint-Simon está auténticamente establecida desde Mathieu de Rouvroy apodado "el Tuerto", que vivió a inicios del siglo XIV. El apodo de "el Tuerto" fue igualmente llevado por el hijo y el nieto de Mathieu, dándose la curiosa coincidencia que los tres perdieron un ojo en acto de servicio.

El apellido De Rouvroy viene de la tierra y señorío del mismo nombre, situado en la riba izquierda del Somme, a media legua de Saint-Quentin, en Picardía. Ese feudo estaba, en 1047, en manos de Gautier de Rouvroy, tutor del Conde de Vermandois.

Fue a partir de la boda en 1333 de Mathieu II de Rouvroy "el Tuerto", caballero, señor du Plessis-Choiseul (1315-1389), con Marguerite, Dama de Saint-Simon y última heredera de un linaje que se cree procedente en quinto grado de Eudes "el Insensato", señor de Saint-Simon y único hijo de Herbert V, último Conde de Vermandois y miembro de la dinastía Carolingia, cuando los De Rouvroy unen a su nombre el del señorío de Saint-Simon.

Familia

Hijo segundón del Caballero Louis II de Rouvroy de Saint-Simon, Señor du Plessis-Choiseul y de Rasse (1568-1643), gobernador y baílio de Senlis, y de Denise de La Fontaine de Lesches, Dama de Lesches, de Vaux-sur-Meulan y de Boubiers (hija de Louis, Señor de Lesches, y de Jeanne de Canjon, Dama des Orgereux), tuvo por hermano mayor a Charles de Rouvroy, Marqués de Saint-Simon (1601-1690), jefe de su casa y casado con Louise de Crussol (1606-1695), hija de los Duques de Uzès. Ambos representaban la rama de Rouvroy de Rasse, surgida en el siglo XVI.

Después de Charles, Marqués de Saint-Simon, y de Claude, Conde de Rasse, vinieron los siguientes hermanos:

-Louis de Rouvroy de Saint-Simon, Caballero de la Orden de Malta (+1697), Abad de Saint-Sauveur de Blaye, Comendador de Pézenas y de Piéton, Capitán del Regimiento de Guardias y Comandante en el asedio de La Rochelle.

-Jeanne de Rouvroy de Saint-Simon, c.c. Louis de Fay, Señor de Château-Rouge y de Cressonsac.

-Louise de Rouvroy de Saint-Simon, c.c. Laurent Charles du Châtelet, Señor de La Fresnière.

Carrera en la corte



Sin embargo, el padre se ha visto arruinado por las guerras de religión y la familia vive sobretodo del sueldo que obtiene de la Corona como gobernador y baílio de la ciudad de Senlis, sin lujos. Claude, por ser el segundón, es enviado a la corte bajo el nombre de "Conde de Rasse", colocado como paje de la Pequeña Montería del Rey Luis XIII y consigue prosperar rápidamente al captar el interés y la amistad del monarca. Según el cáustico Tallemant des Réaux, la virtud esencial del joven Claude de Rouvroy es la de "no babear en el cuerno de caza del rey" pero, sobretodo, el de seguir fielmente al rey en todas sus campañas. Tampoco resulta ser un mal cortesano cuando, en el curso de la Jornada de los Engaños, respalda y sostiene al Cardenal de Richelieu frente a los Grandes y a la Reina-Madre María de Médicis. Ese gesto tan inteligente le brindará el favor, nada despreciable, del cardenal y primer ministro... Las recompensas no se harán esperar demasiado.

Pronto, en 1627, se convierte en el Primer Montero de Francia, después en el Lobero Mayor del Reino (1628) y en Primer Gentilhombre de la Cámara del Rey, brindándole un trato constante e íntimo con Luis XIII. Como soldado, se distingue en el asedio de La Rochelle y, como premio, recibe el señorío de parte de la ciudad conquistada a los hugonotes. En 1630 es nombrado gobernador de Blaye y de los castillos reales de Saint-Germain y de Versailles. Finalmente, en enero de 1635, recibe su carta patente de 1er Duque de Saint-Simon con paridad francesa y es recibido en el capítulo de la Orden de los Caballeros del Espíritu Santo, convirtiéndole en caballero de las Ordenes del Rey.



Sin embargo, en 1636, cae en desgracia por haber traicionado el secreto del Consejo del Rey al que asiste: dio aviso a su tío el Barón de Saint-Léger de que éste había sentenciado su arresto y encarcelamiento por haber entregado demasiado rápido las armas y la plaza fuerte que defendía como gobernador.

Después de una década como favorito real, el duque es exiliado en Blaye, territorio del cual es gobernador y del que saca una sustanciosa renta de 60.000 libras anuales. Tan solo se le autorizaría volver a pisar la corte en 1643, estando ya muerto el Cardenal de Richelieu, y pudiendo asistir a la agonía de Luis XIII.

A partir de ese momento, se aparta de cualquier asunto político o público, lo que no le impide tomar abiertamente partido por la regente Ana de Austria y por el Cardenal de Mazarin durante las guerras de la Fronda.

En 1644, contrae matrimonio con Diane-Henriette de Budos, Marquesa de Portes y Dama de Honor de la Reina-Regente (1629-1670), hija de un vice-almirante de Francia, el Marqués Antoine Hercule de Portes, y de Louise de Crussol d'Uzès. De dicha unión nacerían tres hijos:

-Gabrielle Louise de Rouvroy de Saint-Simon, Marquesa de Portes (1646-1684), c.c. Henri Albert de Cossé, 4º Duque de Brissac y Par de Francia.

-Louis de Rouvroy de Saint-Simon, Marqués de Portes (1650-1651).

-Marie-Madeleine de Rouvroy de Saint-Simon, Madame de La Ferté (1659-1665).



Viudo en 1670 e inquieto al ver que no tiene heredero varón que pueda dar continuidad al ducado, que su hermano mayor tampoco tiene hijos, contrae un segundo matrimonio a sus 67 años con Charlotte de L'Aubespine de Châteauneuf (1640-1725), quien le dará el heredero tan ansiado:



-Louis III de Rouvroy de Saint-Simon, Vidamo de Chartres y futuro 2º Duque de Saint-Simon (1675-1755).

Desde entonces, dedica todos sus esfuerzos y utiliza todos sus viejos contactos en la corte para proporcionar una excelente educación y asegurar un puesto en ésta a su hijo. Fallecería justo después de recibir, con no poco alivio, el nombramiento de su hijo al rango de capitán bajo el amparo y protección del rey Luis XIV.

viernes, 22 de abril de 2016

Cita de la Semana

 
 
 
"Los reyes usan a los hombres como si fuesen naranjas, primero exprimen el jugo y luego tiran la cáscara."
 
Frase de: Fernando Alvarez de Toledo y Pimentel, 3er. Duque de Alba, G.E. (1507-1582), Capitán-General del Ejército de Flandes, militar y diplomático.

CURIOSIDADES -204-

LOS 10 PAÍSES MÁS ANTIGUOS DEL MUNDO



Hoy día existen 195 países en todo el planeta. Algunos de ellos son muy antiguos, la mayoría tan solo llevan conformados un puñado de siglos y unos pocos han eclosionado en las últimas décadas gracias a la descomposición de grandes estados. Ésta es la lista de las 10 naciones más antiguas por orden cronológico:

1-EGIPTO

2-INDIA

3-ETIOPÍA

4-CHINA

5-IRÁN

6-SAN MARINO

7-FRANCIA

8-BULGARIA

9-JAPÓN

10-TURQUÍA

CURIOSIDADES -203-

"Las auténticas hijas de El Cid"



Olvidémonos de las legendarias Elvira y Sol que solo aparecen en el Cantar del Mío Cid. Las auténticas y reales hijas del caudillo militar y de Jimena fueron María y Cristina Rodríguez (o Díaz). Esta última casó con Ramiro Sánchez de Navarra, teniendo a García Ramírez "El Restaurador", que a la postre sería Rey de Navarra cuando los navarros destronaron a Alfonso I "El Batallador". En sus sucesores se rompería la tradicional sucesión de padre a hijo en el trono; sin embargo, e indirectamente, uno de sus descendientes sería el célebre Carlos, Príncipe de Viana.

María contraería matrimonio con el futuro Conde Ramón Berenguer III de Barcelona, dándole 2 hijas: Dulce, que casó con el Conde Armengol VII de Urgell, y su hermana Jimena, que casó con el Conde Roger III de Foix en 1117. De los Condes de Foix desciende directamente Bernardo de Béarn, hijo natural del Conde Gastón Phoebus III de Foix, que casaría con Isabel de La Cerda y Pérez de Guzmán y a los que convertirían en Condes de Medinaceli el Rey Enrique II de Castilla en 1368.

Texto de: José Manuel López Morell.
 

viernes, 15 de abril de 2016

Cita de la Semana

 
 
"La ocasión hay que crearla, no esperar a que llegue."

Frase de: Sir Francis Bacon, Lord Verulam, 1er. Vizconde de St. Albans (1561-1626), Lord Canciller de Inglaterra, político, abogado, filósofo y escritor.

Anécdotas Históricas -281-



Nell Gwyn, la joven sencilla y dicharachera vendedora de naranjas dulces en el teatro de Bridges Street, que también alternaba con los espectadores masculinos, venida de los bajos fondos de Londres y convertida en la primera actriz de los escenarios para luego dominar el corazón del rey Carlos II de Inglaterra, nunca olvidó sus orígenes humildes y hubo quien siempre se lo recordó. De hecho, es sabido que, cuando su carruaje intentaba abrirse camino en las abarrotadas calles londinenses, su propio cochero vociferaba a pleno pulmón:

-"¡Abrid paso!¡Abrid paso a la puta del Rey!"

Anécdota de: Eleanor "Nell" Gwyn (1650-1687), actriz y amante del Rey Carlos II de Inglaterra.

domingo, 3 de abril de 2016

Cita de la Semana

 
 
"Los hombres luchan en las guerras. Las mujeres las ganan."
 
Frase de: Elizabeth I, Reina de Inglaterra e Irlanda (1533-1603).