El 20 de marzo de 1549, Thomas Seymour, Lord Sudeley, era decapitado en el recinto de la Torre de Londres después de ser juzgado y encontrado culpable de alta traición contra el rey Eduardo VI. Su antigua pupila y objeto de sus libidinosos deseos, la Princesa Elizabeth, se limitó a sentenciar ante sus damas:
-"Hoy ha muerto un hombre con mucho ingenio, pero con muy poco juicio."
Anécdota de: Elizabeth I, Reina de Inglaterra e Irlanda (1533-1603).
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