"Regreso post-mortem"
El ex Rey Estanislao II Augusto de Polonia (1732-1798), último monarca electo de aquel país desgarrado entre tres voraces potencias vecinas (Prusia, Rusia y Austria), falleció exiliado en San Petersburgo, víctima de una apoplejía en 1798. Casi un siglo y medio más tarde, una mañana de julio de 1938, los aduaneros de una pequeña estación ferroviaria de la frontera polaca descubren, no sin sorpresa, un ataúd de plomo depositado en un vagón de mercancías aparcado en una vía de garaje. Picados por la curiosidad, lo abren y, estupefactos, descubren un esqueleto envuelto en un ajado manto de púrpura forrado de armiño, coronado y agarrando un cetro real: es el ex Rey Estanislao II Augusto Poniatowski, que los Soviéticos han devuelto a su país de origen ¡en virtud de un tratado de restitución de trofeos de guerra!
El ex Rey Estanislao II Augusto de Polonia (1732-1798), último monarca electo de aquel país desgarrado entre tres voraces potencias vecinas (Prusia, Rusia y Austria), falleció exiliado en San Petersburgo, víctima de una apoplejía en 1798. Casi un siglo y medio más tarde, una mañana de julio de 1938, los aduaneros de una pequeña estación ferroviaria de la frontera polaca descubren, no sin sorpresa, un ataúd de plomo depositado en un vagón de mercancías aparcado en una vía de garaje. Picados por la curiosidad, lo abren y, estupefactos, descubren un esqueleto envuelto en un ajado manto de púrpura forrado de armiño, coronado y agarrando un cetro real: es el ex Rey Estanislao II Augusto Poniatowski, que los Soviéticos han devuelto a su país de origen ¡en virtud de un tratado de restitución de trofeos de guerra!
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