Cuando la reina María Josefa Amalia de Sajonia, tercera consorte del inefable rey Fernando VII de España, falleció de fiebres en el Real Sitio de Aranjuez, el 18 de mayo de 1829, la corte se afanó en buscarle nueva esposa ya que andaba aún sin descendencia para asegurar la sucesión en el trono. Dicen que, harto de las poesías cursis y ñoñas de la difunta (era su pasatiempo favorito), accedió a que sus ministros le buscasen una cuarta mujer pero aseverando con su habitual crudeza:
-"¡No más versitos, coño!"
Anécdota de: Fernando VII de Borbón y Borbón-Parma, Rey de España (1784-1833).
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