lunes, 3 de marzo de 2014

Anécdotas Históricas -238-



El entonces Príncipe Heredero Federico de Württemberg (1754-1816) -futuro Duque Federico III y luego Rey Federico I de Württemberg-, contrajo matrimonio a sus 25 años de edad con la Duquesa Augusta Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel (1764-1788), de 15 y sobrina carnal del rey Jorge III de Gran-Bretaña. Sin embargo, la vida conyugal resultó ser un infierno para la joven: aparte del detalle de que su marido era bisexual y andaba siempre rodeado de una camarilla de jóvenes aristócratas que compartían sus mismos gustos, éste la maltrataba día si y día también.



A pesar de que el matrimonio no era un lecho de rosas, la joven Princesa de Württemberg le dio 4 hijos y le siguió hasta San-Petersburgo cuando su cuñada, Sofía Dorotea, fue casada en 1782 con el Gran Duque Pablo Petrovich, heredero de la Emperatriz Catalina II de Rusia.

Es en el curso de una segunda visita de la pareja principesca en Rusia, en diciembre de 1786, cuando se produce un sonado escándalo. Harta de los malos tratos de su terrible marido de 2,11 metros de estatura, la pobre Princesa de Württemberg aprovecha la ocasión para correr despavorida hasta los aposentos imperiales e implorar a Catalina II su protección y asilo. Sin dudarlo un solo momento, y quizás recordando el calvario que ella misma había sufrido con el difunto Pedro III, la Emperatriz la consoló otorgándole toda su protección y asilo en San-Petersburgo.



Las protestas del gigantesco Príncipe de Württemberg no impresionaron en absoluto a la Zarina y ésta ordenó que abandonase Rusia en el acto. La decisión de la soberana fue inapelable pese a las protestas de su nuera, la ahora Gran Duquesa María Feodorovna, por el indebido trato dispensado a su hermano. Catalina II fue tajante con la hermana de Federico:

-"No soy yo la que cubre al Príncipe de Württemberg de oprobio; al contrario, trato de sepultar todas sus abominaciones y es mi deber suprimir cualquier otra en el futuro."

La Princesa Augusta nunca volvería a ver a su maltratador gracias a su protectora. Un año y 9 meses después moriría desangrada por culpa de un complicado parto.

Anécdota de: Augusta Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel-Bevern, Princesa de Württemberg (1764-1788), Catalina II, Emperatriz de Rusia (1729-1796) y de Sofía-Dorotea de Württemberg, Gran Duquesa María Feodorovna de Rusia (1759-1828).

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