EL BUEN PRÍNCIPE
Leopoldo I de Lorena, apodado "el Bueno", nació en Innsbrück (Tirol) el 11 de septiembre de 1679, y falleció el 27 de marzo de 1729 en el castillo du Ménil (Lorena); fue Duque de Lorena y de Bar de 1690 a 1729, aunque entre 1690-1697 fue solamente titular y entre 1697 y 1729 lo fue efectivamente. Era hijo del duque Carlos V de Lorena y de la archiduquesa Mª Eleonora de Austria.
Sus títulos completos fueron los siguientes:
-Duque soberano de Lorena y de Bar
-Marqués de Pont-à-Mousson
-Duque de Calabria
-Duque de Gueldre y de Juliers
-Duque de Montferrat
-Duque de Teschen
-Marqués de Nomény
-Conde de Vaudémont
-Conde de Blâmont
-Conde de Provenza
-Conde de Salm
-Conde de Zutphen y de Sarrewerden
-Conde de Falkenstein
-Príncipe soberano de Arches y de Charleville
Pasó su infancia en el Tirol austríaco, al cuidado de su madre mientras su padre guerreaba contra los Turcos. Al morir su padre en 1690, tomó el título de duque de Lorena y de Bar y fue enviado a Viena para recibir una sólida educación y formación militar. Enrolado en las filas del Ejército Imperial, tomó parte activa en el asedio de Temesvár (1694), y recibió un mando en el ejército del Rhin en 1697. La guerra de la Liga de Augsburgo tocaba a su fin y, en consecuencia, las negociaciones se entablaron en Ryswick para firmar la paz.
Retrato alegórico del Duque Leopoldo I "el Bueno" de Lorena y de Bar (1679-1729), sostenido y presentado por La Fuerza, La Fe y La Prosperidad; obra de Nicolas Dupuy.
Como Luis XIV de Francia pretendía asegurar la sucesión española en favor de su nieto el duque de Anjou, se mostró dispuesto a hacer concesiones y la cuestión de devolver los ducados de Lorena y de Bar a su auténtico soberano, fue mencionada.
Firmada el 30 de octubre de 1697, la Paz de Ryswick fue ratificada el 13 de diciembre; en virtud de la misma, Francia devolvía los Estados de Lorena y de Bar al duque Leopoldo I.
La entrada triunfal de Leopoldo I en su capital, Nancy, aconteció el 17 de agosto de 1698 en medio de grandes celebraciones y para alivio de sus súbditos, felices de recuperar a su soberano legítimo y deshacerse de una ocupación francesa de casi tres décadas, y que había durado desde 1670 hasta 1697 (27 años en total).
Retrato ecuestre de la Princesa Elisabeth-Carlota de Orléans, Duquesa de Lorena y de Bar (1676-1744), sobrina carnal del rey Luis XIV de Francia.
El 13 de octubre del mismo año, el duque eligió casarse con una sobrina carnal del rey Luis XIV: la Princesa Elisabeth Carlota de Orléans (1676-1744), hija del príncipe Felipe I de Francia, duque de Orléans, y de Elisabeth-Charlotte "Liselotte" de Baviera, Princesa Palatina del Rhin.
Retrato ecuestre del Duque Leopoldo I de Lorena y de Bar (1679-1729).
Leopoldo I se ocupó más bien poco de política exterior porque, sencillamente, este punto en concreto formaba parte de las restricciones impuestas por el Tratado de Ryswick, y pensó durante un tiempo con el rey de Francia, cambiar la Lorena por el Milanesado en 1700. Sin embargo, el proyecto no prosperó y, retomando la política de neutralidad de sus lejanos predecesores en el trono, se guardó muy mucho de intervenir en el conflicto que acabaría por convertirse en la Guerra de Sucesión Española y que implicó a Europa entera.
En cambio, tomó a pecho reconstruir sus Estados, con el fin de borrar las huellas de las guerras y de las ocupaciones que habían arrasado los ducados. Comenzó por reformar el Gobierno; inspirándose en el sistema francés, nombró 4 secretarios de Estado, dividió sus Estados en 17 circunscripciones administradas por 17 baílios y 58 prebosterías, reforzando de paso la centralización administrativa del Estado. Reformó la fiscalidad con el fin de mejorar los rendimientos de los impuestos. Para repoblar sus ducados, que habían sufrido graves descensos en su tasa de natalidad, alentó la inmigración y puso nuevamente en pie la antigua red viaria antes de crear nuevas vías de comunicación. Al final de su reinado, se podía circular libremente por las carreteras sin encontrarse con obstáculos naturales y con toda seguridad.
El Palacio de Lunéville, sede de la corte de Leopoldo I de Lorena, reproducido en 3D.
En el plano urbanístico, mandó reconstruir el castillo ducal de Lunéville en el gusto neoclásico y con una mayor extensión arquitectónica. El resultado fue, hasta tal punto bueno, que el palacio fue prontamente calificado como el "Versailles de Lorena". De hecho, en aquellas primeras décadas del siglo XVIII, Lorena se benefició de las medidas reformadoras y pacifistas del duque Leopoldo I, y experimentó un auge artístico y económico que convirtió a la corte de Lunéville en uno de los centros culturales de referencia en Europa.
De su matrimonio con la princesa Elisabeth-Carlota de Orléans, celebrado en Fontainebleau el 13 de octubre de 1698, tuvo nada menos que 13 hijos:
-Leopoldo (1699-1700), Duque de Bar
-Carlota Elisabeth (1700-1711) abadesa de Remiremont
-Luisa Cristina (1701-1701)
-Maria Gabriela Carlota (1702-1711)
-Luis (1704-1711) duque de Bar
-Josefa Gabriela (1705-1709)
-Gabriela Luisa (1706-1709)
-Leopoldo Clemente Carlos (1707-1723), Duque de Bar
-Francisco III Esteban (1708-1765), Duque de Lorena en 1729-1737, archiduque consorte de Austria en 1736, gran-duque de Toscana en 1737, duque de Teschen en 1737, emperador romano germánico en 1745
-Eleonora (1710-1710)
-Elisabeth Teresa (1711-1741), casada con Carlos-Manuel III de Saboya, rey de Cerdeña y Piamonte (1701-1773)
-Carlos Alejandro Manuel (1712-1780), Príncipe de Lorena, archiduque consorte de Austria, gobernador y virrey de los Países-Bajos Austríacos, Gran-Maestre de la Orden Teutónica, feld-mariscal y general del Imperio
-Ana Carlota (1714-1773), abadesa de Essen, de Thorn y de Remiremont
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