A finales de los 70 y principios de los 80, se ofreció una recepción en el Palacio Moja -antaño Palacio de Comillas-, situado en las Ramblas de Barcelona, en honor al rey Juan-Carlos I de España. En el curso de aquella, el conocido y entonces monárquico heraldista y genealogista catalán Armand de Fluvià entabló conversación con el flamante monarca con la intención de darle un buen consejo:
-"Si quiere usted popularizar la monarquía en Cataluña, no estaría de más que Su Majestad hablara en catalán."
Con tono despreciativo y poco inteligente, el rey le soltó:
-"¡Si, claro!¡Y en gallego y vasco!"
Anécdota de: Armand de Fluvià i Escorsa, genealogista y heraldista (n.1931).
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