En el momento de su muerte, dicen los testigos de entonces que el rey Carlos II de Inglaterra susurró esas últimas palabras al oído de su hermano Jacobo, Duque de York y presunto heredero del trono:
-"No dejes que la pobre Nelly pase hambre."
Se refería a su amante y madre de dos de sus bastardos, la gran actriz Nell Gwyn.
Jacobo II recordó la última petición de su hermano y pagó todas las deudas que acuciaban a la actriz, concediéndole además una pensión anual de 1.500 libras.
Anécdota de: Carlos II, Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda (1630-1685).
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