jueves, 26 de abril de 2012

Anécdotas Históricas -136-



El bizarro primogénito y presunto heredero del rey Felipe II, Don Carlos de Austria, Príncipe de Asturias, de carácter difícil e inestable, tenía arranques bastante singulares a la par que preocupantes. Un buen día en que un mercader indio le presentó una hermosa perla valorada en 3.000 escudos, Don Carlos la cogió y, con ayuda de los dientes, deshizo el engarce de oro que la sostenía. Acto seguido, para mayor espanto del mercader y de los allí presentes, se tragó la joya como si se tratase de una aceituna. Hubo de esperar un par de días para que la fabulosa perla fuera expulsada por el príncipe y, finalmente recuperada de entre las reales heces, devuelta al pobre mercader.

Anécdota de: Carlos de Austria, Príncipe de Asturias (1545-1568).

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