El bufón de la reina Elizabeth I de Inglaterra habló una vez harto desvergonzadamente de la soberana. Esta se indignó y, temeroso, el bufón estuvo un tiempo sin acercarse por la corte. Tras un prudente paréntesis, volvió a presentarse un día y la reina le soltó, al verle:
-"¿Vienes otra vez a echarme en cara mis defectos?"
-"No, Señora; yo no me ocupo nunca de lo que es tema de conversación de todo el mundo."
anécdota de: Elizabeth I, Reina de Inglaterra e Irlanda (1533-1603) in "Historias de la Historia" de Carlos Fisas.
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